VIII

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Me he estado ahogando en mi angustia, luego en la tristeza y por último en solo una cara que demostraba extrañar a alguien. Mi estado de animo iba de lo peor a lo menos peor, por decirlo de algún modo, pero igualemente me había quedado atascada en la última etapa. Un rostro lastimado y no físicamente. Unos ojos indisfrazables. Ariana se había preocupado por un tiempo pero luego olvidó mi delgadez y melancolía. Quien yo note que no se había olvidado de mi fue Ollie, me miraba siempre que nos cruzábamos, parecía que quería hablarme pero le faltaba valor. Sus últimas palabras me habían dejado tocada, mejor evitar contacto visual para evadir incomodidades.

¿Lo extrañaba? Sí.

¿Me atrevería a hablarle? No lo sé. Otra vez, sus palabras me habían dejado tocada.

Iba de camino a la cafetería a por un café, valga la redundancia. Necesitaría quedarme despierta hasta tarde para estudiar, además no molestaría a Ariana ya que se iría con su chico, del que francamente me había olvidado el nombre. Se notaba que se querían, nunca se habían peleado ni habían tenido ningún tipo de confrontamiento. Ojalá puediera tener una relación así. De fuera se veían perfectos.

Me pedí un cafe amargo y volví a mi habitación. Cuando estaba a punto de abrir la puerta escuché su voz. Era melodiosa y me tranquilizaba, pero en estas circunstancias me había puesto los pelos de punta y nerviosa. Giré mi cabeza hacia la derecha, lo vi apoyado en la pared hablando con un chico. Se percato de mi presencia y abrí la puerta rápidamente metiendome a la habitación. ¡Qué cobarde soy!

Pese a que su mirada no era intimidante me había enterrado tres metros bajo tierra.

Al día siguiente lo había vuelto a ver por los pasillos. Me incomodaba muchísimo, pero al mismo tiempo le quería hablar, de verdad le quería hablar, así que no muy decidida, dubitando y sin siquiera saber qué le iba a decir exactamente, me acerqué cuando lo vi en un corredor.

-Ollie-. Estaba mudo.-¿Có-cómo estas?

No recibi mas que un abrazo, me alarme pero después caí rendida a sus brazos.

-Te extrañé.

-Y yo-. Conteste y nos separamos.

-¿Y ahora, qué?

Me sonrio con pena y minutos después nos encontrabamos sentados en su cama mientras yo lloraba.

-Te juro que te quiero muchísimo, y por eso lo hice.

-Pues con esto que hiciste no lo demuestras mucho-. Dije alterada secandome las lágrimas.

Posicionó su mano sobre mi muslo, su brazo al rededor de mi espalda abrazandome y ladeó su cabeza sobre la mía.

-Lo siento, pero sólo quise ayudarte.

-Me lo podrías haber dicho ami.

-Cuando quise ofrecer mi ayuda te fuiste y me dejaste de hablar. Lo siento. -Besó mi cabeza.

-Igualmente, ¿Cómo pudiste decirselo a los profesores? Se expandirá, dudo que la noticia no se haya exparcido por los pasillos todavía. Hablaran con mis padres-. Salí de su abrazo, lo empujé y llevé mis manos a mi rostro-¡Te odio! - Vociferé en un grito ahogado.

-¡Por favor! No tenemos quince años, no le diran a tus padres. -Su voz estaba quebrada, se me había ido la olla con el "te odio".

-¿Qué tiene que ver? Se trata de la salud de su hija, obviamente les diran, me sacarán de aquí, lo único que lograrás es que nos separen.

-Tal vez sea mejor que te cures, tal vez eso es más importante que la relación, tu salud.

No dije nada. No sabía qué pasaba. Estaba totalmente desorientada.

-Oye, ¿Y si nos olvidamos de esto un rat? Te hara mal. Y no me gusta verte llorar. Me parte el alma.

-...vale.

Me abrazo

-Sé que solo me querias ayudar, siento haberte dicho que te odiaba.

-Está bien.

Me besó la mejilla y justo llegó un compañero de Ollie. Me exhalte, me limpié las lágrimas como pude, me levante y me fui. No me había alejado tanto de la puerta hasta que Ollie vino detrás mio.

-No voy a dejar que te vayas llorando. Te acompaño.

Entrelazo nuestras manos, sentí un toque de electricidad desde la punta de mis dedos hasta el hombro. Sonreí. Me encantaba, aunque a veces era un idiota.

Caminamos a mi habitación en silencio total, ya que era de noche y no había nadie por los pasillos y aparte porque no nos dirigimos ni una palabra.

-Te veo mañana.

Me acorraló con sus brazos largos contra la pared, se acercaba cada vez más y nuestras respiraciones se emezclaban. Mis nervios se podían sentir en todo el lugar. No hesitó y me besó, me besó y me besó. Amaba esa sensación. Me había olvidado por completo de lo sucedido unos minutos atrás.

-Mejor me voy, antes de que piense en hacer otra cosa-. Dijo antes de besar mi cuello e irse.

¿Cómo es esto de dejarme asi?

Suspire y entre atontada a la habitación, Ariana lo habia notado.

-¿Y eso?

-¿Qué cosa?- No pude evitar sonreir.

-Nada, es obvio. ¿Al fin se reconcialiaron?

-¿No que era obvio?

Love & Bones. (Olliegamerz) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora