Habían pasado meses desde el día que deje mi antiguo colegio y ya no quería saber nada más de el. Lo odiaba por haberme dejado con muy pocas enseñanzas para poder sobrevivir en un liceo muy muy complicado.
Aún así le tenía cariño a ese colegio por haberme dado buenas amistades.En uno de esos días aburridos en nuestro liceo, nos llega un mensaje de un profesor el cual no estaba invitando para que fuéramos a tocar a nuestro ex colegio, no dudamos y aceptamos. No teniamos nada que perder, nada más que un día de clases, del cual de seguro no haríamos nada.
Me sentía feliz y triste. Saber y volver a reencontrarme con el pasado que me dejó un sabor amargo.
Pero se venía algo fuera de mis planes
Y que cambiaria mi percepción.