23 CATATUMBAS (2)

15 1 0
                                    

No se cuanto tiempo permaneci inmobil, pero el tiempo pasaba y no notaba dolor.

Levante la cabeza y mire al frente.
Habian escombros por todas parte. Luego, con temor, mire mi cuerpo, pero no habia rastro del derrumbamiento. Finalmente mire al techo y me tape la boca para no chillar.

Era absolutamente increíble. Trocitos de piedras provenientes de la pared, flotaban arriba de mi.

Me levante despacio, pero cuanto más recta me ponía, los escombros más se alejaban. Denuevo mire al frente.

Como iba a pasar con tantos escombros en el suelo?. Solo podía hacer dos cosas; Andar con cuidado esquivando las rocas o ir apartartandolas.

Ya que no las podía apartar, porqué eran demasiado grandes, me acerque con la intención de esquivarlas.
Pero no me hizo falta acercarme mucho ya que enseguida al igual que antes empezaron a elevarse.

Empeze a correr, mientras a mis espaldas los escombros caían con fuerza. Las antorchas se encendían y apagaban constantemente. No sabia donde iba, mi única misión era no morir sepultada bajo escombros.

Las antorchas dejaron de parpadear y se apagaron. Ahora si que estaba completamente a oscuras no veía absolutamente nada, seguia corriendo sin rumbo fijo con temor de estamparme con alguna pared.

Alguien debió haber oído mís súplicas porque, una pequeña luciérnaga apareció en mi camino y parecia conocer el camino ya que me estába guiando.

La seguí hasta el final del túnel, donde había una puerta entre abierta. Cogi el viejo mango y lo empuje con cuidado de no romperla.

Adentro era todo un drama. Era como una habitación de la edad media, seguramente pintada de blanco, aunque por el paso de los años acabo siendo gris.

Pero lo que más llamaba la atención era además de los caballeros esqueletizados que estában de pie, los desgaros en la pared con lo que parecía ser sangre. Por suerte habia cuatro antorchas que funcionaban perfectamente aunque no veía ninguna salida. Estaba como el principio atrapada y sin salida.

Recori la habitación en busca de alguna pista que me pudiera mostrar
la salida. Pero lo único que habia encontrado era una libreta con símbolos raros .

De repente una ráfaga de vieto frio recorio la habitación, poniendome la piel de gallina. La puerta se cerró de golpe y las antorchas comenzaron a parpadear. Me estaba entrando mucho miedo, así que me dirigí a la puerta decidida en marcharme pero, al intentar abrir no podía, algo desde fuera me lo impedía.

Un horrible olor invadio la habitación y una nueva ráfaga de viendo entro por debajo de la puerta. Las antorchas poco a poco iban perdiendo luz, entonces un grunido desde fuera acompañado con fuertes golpes en la puerta hizo que entrará en panico.

Me aleje de la puerta, cerre los ojos intentando respirar, ya que hace rato que habia comenzado a hiperventilarme. Un grito desgarador acompañado de un fuerte golpe hizo que abriera los ojos de colpe para ver como las antorchas parpadeaban con fuerza cada vez más rápido.

Una por una, las antorchas fueron explotando, hasta quedarme en completa oscuridad. Las lagrimas de pánico salían sin permiso. No podia oir nada salvo los gritos y los golpes de detrás de la puerta .

Cada vez se oian mas y mas fuerte. Lo único que pensaba era cuanto me gustaría estar ahora mismo discutiendo con Carlos , aunque no nos lleváramos muy bien le estaba cogiendo cariño.

Salí de mis pensamientos al percatarme de que todo estába en silencio. Pero no estaba tranquila, una parte de mi decía que no bajará la guardia.

Pegue un grito de panico, al oír la motosierra detrás de la puerta. Cerre los ojos rezando para que Carlos apareciera en cualquier momento, pero al abrir los ojos lo unico que vi fueron otros ocho rojos como la lava mirándome fijamente mientras se acercaban más y más a mi...

.... CONTINUARA. ....

Hola a todos. Gracias por leer este capítulo. Cualquier duda que tengan pregunten que yo respondere Encantada.  Si quereis seguírme yo os sigo de vuelta. Si hay algun libro que queréis que lea ponerme en comentarios.

Un beso,  disfruten la lectura

LA ESMERALDA PERDIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora