36 PORTAL

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( ELISABETH)

Carlos se acercaba a mi rápidamente,  pero en el último segundo dije mentalmente el hechizo de invisibilidad tocándome el brazo.

Cuando Carlos me levanto la manga, como era de esperar no habia nada sobre mi piel.  Carlos se quedo mirando,  sospechaba algo, luego negó con la cabeza y me solto el brazo.

- Bueno,  me tengo que ir volveré en unos días -dijo antes de desaparecer.

...

Mi abuela se paso la tarde cocinando, miéntras yo revisaba y memorizaba algunos hechizos.  Aunque la verdadera magia que habia dentro de mi no provenía de hechizos, de momento me serviría para sobrevivir.

Al dia siguiente empezó mi aventura.  No queria encontrar yo el tulipán, sino que quería demostrar que podía encontrarlo.

Me desperté temprano. Carlos me llevaba unas horas de ventaja . Me cogi la mochila y me despidi de mi abuela. Luego me teletransporte al portal más cercano.

Me sorprendió bastante, encontrármelo dentro del palacio. Creo que estaba en el sótano . Era un pozo que tenia como agua pero era una substancia de colores. La verdad es que me daba mucha cosa metereme ahí.

En el suelo había un palito pequeño.  Perfecto pensé. Lo coji y sujetándolo lo introduje en la substancia. No paso nada. Luego directamente lo tire y desapareció.

Eso era una buena señal.  El portal funcionaba bien. Por lo que había leído los portales solían estar escondidos, en sitios seguros, ocultos a la vista de animales.

Primero pensé en la selva Amazònica y luego metí el brazo y aunque no podía ver donde estaba notaba aire caliente digno de ser de la selva.  A continuación me sujete del pozo y introduje la mitad de mi cuerpo.  Al traspasar el portal vi que realmente estaba en la selva Amazònica.  Volví  a estar en el sótano, coji la mochila y me introduje entera al pozo.

En un segundo, estaba en la selva Amazònica. Hacia un calor impresionarme pero las vistas eran hermosas.

Pero eso ya no importaba. Tenia que llegar hasta  Carlos .  De mi mochila saque un mapa,  despues de localizarme en el,  emprendí mi camino.

Costaba andar,  hacia mucho calor y las ramas y lianas se te pegaban. Estuve andando una medio hora cuando oí unas voces.

Estaban hablando de un chico,  decían que no estaban seguros de que fuera humano pero que lo parecí.  A mi mente vino Carlos,  así que los seguí.

Se pararon delante de lo que parecía un templo.  Delante de la entrada,  había una j jaula tamaño persona y en ella estaba Carlos.

Que cómico,  pensé.  El animal dentro de su jaula.  Parecía enfadado,  pero no entendia porque no atacaba. Me acerque un poco más para oír lo que decían y me escondí detrás de un gran robusto. Parecían humanos pero,  algo en mi decía que no lo eran.

-Que haces aqui-dijo una voz en mi espalda.

LA ESMERALDA PERDIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora