39 BESO SIN AMOR

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(ELISABETH)

No me podía creer  lo que acababa de pasar. Tantas cosas en tan poco tiempo.  Casi me violan por tercera vez, Carlos no interviene para nada.  Y por una vez en mi vida había podido controlar estos desconocidos poderes. 

Pero sin duda,  lo que más me dolia era la reacción de Carlos.  Esta vez si que me habia demostrado que no le importaba nada.

-Como has podido? Tan poco te importó! - Le pregunte casi apunto de llorar.

- No me importas, pero no te ayude porque sabía que podías  con unos simples humanos. -Dijo cómo si fuera lo más obvio.

- Eres un cerdo,  y no te creo! - Dije traspasado la  frontera del dolor al odio.

- Gracias y te digo la verdad!  Ves no somos  tan diferentes tu también matas! . -Dijo con una tranquilidad digna de un psicópata

- No están muertos y si llegara a matar seria en defensa propia yo no soy un psicópata cómo tu! - Dije con odio.

- Segura que estan vivos? - Dijo con incredulidad y egocentrismo.

-Si,  y si no me crees,  sales y lo compruebas! -Dije ya harta de esta conversación. Lo odiaba,  de eso estába segura.

Entonces lo vi,  en su mirada,  esa mirada de impotencia.  Aunque luego la cambio, ya era demasiado tarde,  yo lo sabia y lo usaría en su contra.

- Ohh pobrecito,  no puedes salir? -Dije con sarcasmo mientras me acercaba a la jaula.

El me miró muy pero que muy mal, pero no dijo nada.  Había dado en el clavo, estaba atrapado y yo era su única ayuda.

Yo tenía la cara pegada a la jaula y Carlos también. El estaba serio y yo me burlaba de él .

En un momento de distracción me agarro la mano,  pegándome más contra los barrotes de la jaula.  Si no fuera porque Carlos tiene tantos músculos podría salir sin dificultad.

Me intente safar de su agarre, pero no se como consiguió meterme con el en la jaula. Me tenia estampada contra los barrotes. 

-Quien esta atrapado ahora? -Dijo con sensualidad mientras se acercaba más a mi. 

- Sigues estandolo tu, porque yo puedo salir ¡- dije con orgullo.

- Si yo no puedo, tu tampoco! -Dijo con voz sexy. 

Cuando menos me lo esperaba, se me lanzo encima, y me beso con pasión.

Intente empujarlo pero no podia pesaba demasiado. El seguía basándome,y yo  me negaba a corresponderle.  Me había robado mi primer beso y era sin amor...

La adrenalina subió por mi piel y una sucia lágrima cayó por mi megilla.   Me llene de valentía y trague mi dignidad.  Le correspondi solo un segundo el suficiente para que bajará la guardia.

El seguia besandome con pasión, pero yo no podia corresponderle, una vez bajada la guardia me acerque más a el. El subió la intensidad del beso y yo  que apenas me quedaba voluntad para seguir negandome decidí  separarme dándole un fuerte rodillazo en sus partes.

Enseguida se separó de mi y cayó al suelo retorciéndose de dolor. Aprovechando su lejanía sali de la jaula.  El seguía dentro mirándome fijamente mientras se mordía el labio y se agaraba sus partes ( como sí así dejará de dolerle) .

Acontinuacion oí un comentario despectivo hacía mi persona; "puta " o eso me pareció que decia.
No le di mucha importancia y empecé a hablar.

-Hay que ver,  que caprichoso es el destino! -Dije haciéndome la inteligente -Te esta devolviendo lo mismo que tu has dado -dije con egocentrismo.

-Sácame de aquí! -Dijo enfadado mientras se ponía de pie.

Por instinto me aleje de la jaula pero seguí hablándole.

- No- dije seca.

- No es una propuesta,  es una orden! -Dijo más enfadado.

- Y si no lo hago que?  Vendrás a por mi?  Ohh no puedes!  Sabes porque?  Porque estas atrapado! -Dije hablando cómo una verdadera zorra. 

-Si no me sacas de aquí, ahora te...

- Nada, no vas hacerme nada! -Dije segura de mís palabras -Admitelo de una vez,  tu estas dentro y yo estoy fuera.  Quien es el inútil ahora?  -dije furiosa.

La cara de Carlos cambio,  ahora estaba más tranquilo.

- Venga,  esto ya no tiene gracia!  sácame de aquí! -Dijo con autoridad.

- Cuando yo te necesite, no hiciste nada para ayudarme. Ahora,  tu eres quien me necesita y sabes que?  Que no haré nada para ayudarte!  -Dije agarando mi mochila .
- Adiós desconocido -dije antes de dirigirme al templo donde estaba la cueva del Tulipán.

-No vas a poder entrar! No he podido yo y vas entrar tu!  -dijo burlándose de mi.

Seguí avanzando sin prestar atención a las burlas de Carlos. Justo al colocarme detrás de la puerta,  esta se abrió de par en par dejándome libertad para entrar....


LA ESMERALDA PERDIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora