LA ESMERALDA PERDIDA

34 LIBROS

(ELISABETH)

Me desperté lentamente, estaba encima de una colchoneta, en la biblioteca. Mi cuerpo e escocia.
Me sentia cómo si una manada de hipopótamos rechonchos me hubiera aplastado.

Me sente en la colchoneta y me levante las mangas. Como me imaginaba, tenia los brazos de una tonalidad de morado oscuro a morrón. Era horrible mi abuela llegaba a ver esto y seguro que le daba un infarto.

Entonces me acorde de la cara, y unas ansias enormes de verme en un espejo entraron en mi.

-Biblioteca, me escuchas?

- En que te puedo ayudar -dijo una voz entrecortada.

- Tienes algún espejo? -Pregunte nerviosa.

- No te preocupes... Tu cara esta bien.. . Te la he curado pero, no puedo currárte nada más. -Dijo la voz entrecortada de la biblioteca.

-Gracias -dije emocionada.

Menos mal no sabria como podría ocultarle a mi abuela y a Carlos los moratones de la cara.

- Puedo hacer algo más por ti -dijo la biblioteca

-Si -respondí -Necesito cojer unos libros de aquí.

-Mmm esta bien, se que los sabras usar bien. Que libros necesitas?

-Necesito un libro de la fauna de la selva Amazònica,uno de portales del mundo, y uno de defensa y otro de posibles ataques.

-Esta bien -dijo mientras los libros deseados bajaban de la biblioteca y se colocaban a mi lado de manera apilada. -Algúno más -pregunto

- Algúno de curación?-pregunte insegura.

- No eso no existe, la magia de curar, resucitar, matar, y dar vida, no existe es demasiado peligrosa cómo para que haya hechizos. Solo unos pocos eligidos tiene esos dones de nacimiento.

-Vaya, que puedo hacer para que no vean los moratones? -Pregunte desesperada.

- En el libro de defensa hay un hechizo de invisibilidad. Si lo recitas mentalmente tocandote los moratones se volverán invisibles, pero el dolor no desaparece.

-Ohh, muchísimas gracias -respondí agradecida.-Una cosa, te puedo pedir un favor?

-Claro, habla! -Dijo la biblioteca

- En caso de que venga Carlos no le digas que he estado aquí. -Le dije con aire de súplica.

-No diré nada.

-Adiós -dije antes de irme.

Enseguida recori el camino de regreso, en menos de media hora, llegue a la entrada de las catatumbas.
Antes de salir pregunte a los libros ;

-Quiero un hechizo de teletransportacion
Enseguida el libro que lo tenia se abri por la página deseada. Lo leí y me lo aprendo.

-Quiero un hechizo de invisibilidad
Igual que antes el libro de defensa se abrió y se quedó en la página deseada.

Cogí los libros y sali de allí.
Antes de caminar teletransporte los libros debajo de mi cama.

Iba de camino a mi cuarto, cuando lo oí, esa voz inconfundible, era Carlos y habia vuelto....