Cuando estábamos en el auto yendo a casa de Juliet, pude notar que Luke estaba algo mal ya que no habló en todo el camino y me sorprende porque él es como un loro. Llegamos en cuestión de minutos y bajé rápidamente para poder abrirle la puerta, él me dedicó una sonrisa. Michelle decidió quedarse en casa de Calum y Ashton, para ella son como sus segundos padres.
Tocamos el timbre de entrada y quien nos abrió la puerta fue Deus, él sólo nos miró y se alejó de la puerta para que pudieramos entrar y así lo hicimos.
-Hola mi niño- A Juliet le agarró lo vieja y comenzó a dejar besos en la cara de Luke- Hola Michael, la cena estará lista en un rato, pónganse cómodos-
-Michael, ¿Crees que deberíamos hablar con él?- Solto un suspiro y se sentó en uno de los grandes sillones de la sala-
-No, hay que dejarlo tranquilo esta noche- Imité su acción, sentándome a su lado y llevé una de mis manos hacia las de él para poder entrelazarlas-
-Soy un mal padre- Negué al oírlo y me dediqué a repartir besos en sus mejillas, barbilla y labios-
-Él sólo tiene celos, es normal y ya se le va a pasar-
-Quizás no pasamos demasiado tiempo con él- Apoyó su cabeza en mi hombro-
-Deberíamos llevarlo a sus lugares favoritos mañana-
Asenti y luego me acerqué a sus labios para besarlos cortamente, la verdad es que yo sigo enamorado de Luke como en el primer día que lo vi, cuando usaba faldas y creía ser chica.
-Te amo, Michael-
-Y yo te amo más-
Para mi sorpresa Deus llegó y se sentó en otro sofá, mientras escuchaba música con su celular y le sonreía a la pantalla, a veces me preguntó si está enamorado de alguien.
