Habían pasado siete meses desde que Luke me dijo que iba a ser papá otra vez, todo era perfecto, a veces peleabamos por cosas estúpidas pero seguía amandolo como en el primer día en que comenzamos a ser pareja. En estos momentos estamos en el hospital, Michelle nació a las cuatro de la madrugada, es completamente hermosa y es igual a Luke, está durmiendo sobre su pecho. Ver a mi novio con mi hija de esa manera, es lo más tierno que pude ver en la vida, pero siempre algo o alguien tiene que arruinar el momento, Jack entró y se acercó a Luke.
-¿Ella es mi preciosa sobrina?- Luke asintió- Está niña es de los Hemmings, que bueno que no salió igual a Michael- Eso me ofendió- ¿Estás dolorido?-
-Sí- Luke susurró, la verdad es que sí, tenía mucho dolor y apenas podía hablar-
-No me dejan estar más de cinco minutos, vendré más tarde- Besó la frente de Luke y se fue-
-¿Quieres dormir? Yo cuido a la bebé- Asintió y cerró los ojos para dormir, tomé a mi hija en brazos y salí de la habitación, mis suegros estaban ahí, les hice una seña con la mano para que entraran, y rápidamente entraron-
-Oh dios mío, es igual a mi Luke- Juliet sonrió y se la di para que la cargara- Sí, es igualita, ¿Cómo está Luke?-
-Dolorido, acaba de dormirse- Lo miré y estaba completamente dormido-
Aún eran las cinco de la madrugada y yo estaba muy cansado, ya que la noche anterior Luke tenía dolores y no pudo dormir, hasta que lo traje y nuestra hermosa niña nació. Cuando ya eran las nueve, mis padres llegaron junto con Deus.
-Hola hijo- Susurró mi mamá ya que la bebé estaba durmiendo en mis brazos- Cariño, mírala-
-Es igual a Luke- Mi padre cargó a Deus para que él también pudiera ver a su hermanita- Deus, ella es Michelle, tu nueva hermanita y tú vas a tener que quererla mucho y protegerla- Deus frunció el ceño y la miró por unos segundos-
-Mamá- Seguía con el ceño fruncido y era la cosita más tierna en el mundo-
-Mamá está durmiendo porque se siente mal, cuando despierte van a poder jugar, ¿Quieres estar con Michelle?-
-No no no- Negó y abrazó a mi padre, actuaba como si no quisiera estar con su hermanita-
-Bueno bebé, papi tiene que darle el biberón a tu hermanita, si quieres jugamos después-
-Ahoda, ahoda, ahoda- Era su mayor intento para decir "ahora"-
-Bebé, no puedo ahora, más tarde- Bese su mejilla y él comenzó a llorar-
-Ahoda- Jaló de mi camisa y no pude evitar sentirme mal, él quería estar conmigo porque no estuve con él durante toda la semana-
-Hijo, yo lo llevaré a que juegue- Mi mamá beso mi mejilla- vamos Deus, vamos a jugar un rato y luego venimos a que juegues con papá-
-No- Lloró aún más fuerte y me partió el corazón verlo así- Papá papá papá- Estiró sus brazos hacia mi-
-Ya bebé, no llores- Mi papá trató de consolarlo pero no se calmaba- Hijo venimos en unas horas-
Se despidieron de mi y se fueron con Deus, aún podía escucharlo llorar, era obvio, toda la semana estuve ocupado con la habitación del bebé. Agarré un biberón que estaba en la mesita y comencé a dárselo a la bebé.
-Michael- Luke me llamó-
-¿Sí mi amor?- Me acerqué a él y me senté a su lado-
-Dame a la bebé y ve por Deus-
-Pero estás mal- Negué- Sólo está caprichoso, ni siquiera quiso estar con Michelle-
-Piensa que vas a dejarlo por ella, lo sé- Él rió y cargó a la bebé-
Luke ya parecía estar mejor así que pudo levantarse e ir solo al baño, debe tener mucho dolor. Michelle estaba dormida, hasta que llegó mi madre con Deus, ella tuvo que irse rápido así que lo dejó sentado en un sofá, la bebé miró a Deus y él la miró con enojo.
-Deus, ven, ahora podemos jugar- Me acerqué a él para cargarlo pero Michelle comenzó a llorar así que la tomé en brazos-
-Papá- Deus caminó hasta mi y tiro de mi pantalón-
-Espera un rato Deus- Ahora él comenzó a llorar, me dio una patada el muy hijo de puta y se fue a buscar a Luke quien salió del baño-
-Hola mi amor- Luke levantó despacio a Deus y lo llevó a la cama con él-
Toda una semana fue así, Deus lloraba siempre porque no le daba atención, el último día de la semana él se quedó en casa de mis padres y le dio un ataque de asma por llorar tanto, Luke se angustió mucho y me pidió que no lo dejara solo, Deus se agitaba mucho y respiraba con dificultad, le compramos un paff para que no le dieran ataques.
Dieron de alta a Luke así que nos fuimos a casa, yo estaba muy feliz de volver, no soportaba estar en el hospital.