Un Amor de Inframundo.

Capítulo 8 (1era parte)

*Subí las escaleras rápidamente para leer lo que decía la tarjeta, pero la voz de mi madre me detuvo.*

Mamá: ¿Quién era Caroline?

Caroline: No lo sé, cuando abrí ya no había nadie.

Mamá: Mmm y ¿porque tardaste tanto en subir?

Caroline: Es que... fui a la cocina por un vaso de agua.

Mamá: Está bien, puedes irte a tu habitación. Buenas noches, que descanses.

Caroline: Si, gracias mamá; igualmente.

*Aunque mi mamá sabía que escondía algo, al parecer mejor decidió ignorarlo y no dijo mas. Aliviada me fui a mi habitación, cerré la puerta con seguro para evitar tener interrupciones y comencé a leer la tarjeta que decía.*

"Le extraño mucho, por favor veamonos en el parque el día de mañana a las 12 de la tarde en punto, necesito hablar seriamente con usted, por favor no falte."

*No sé si fue por la redacción del escrito o una simple corazonada pero sabía que se trataba de Sebastian. Eso me hizo muy feliz, tanto como para no dormir bien en toda la noche, eso y que tambien me puse a pensar sobre de que querría hablar tan seriamente.*

*Al día siguiente, realicé todas las tareas que mi madre me había asignado para que, al salir no me pusiera peros. Se dio la hora de la cita y Sebastian no se veía por ningún lado, comenzaba a dudar si llegaría. El clima estaba muy fresco y nublado, no tardaría mucho en llover. Pero eso no me impidió seguir esperándolo.*

*Ya había pasado poco mas de una hora y el no llegaba, comenzó a llover muy fuerte; fue entonces que decidí resignarme a que no iría. Comencé a llorar ¿Por qué me trataba de esa forma? Fui caminando lentamente de regreso a casa mientras le sacaba conclusiones a esa pregunta.*

*Estaba empapada por la lluvia pero eso no me importaba, seguí caminando lentamente, mirando siempre hacia el suelo. Hasta que choqué con alguien.*

*La persona con la cual había chocado me abrazó fuertemente, y escuché un "lo lamento".*

*Me separé de él y era Sebastian, quien al igual que yo se encontraba completamente empapado por la lluvia.*

Caroline: Lo... lamentas... Está bien, descuida yo... también lo lamento.

*Me hice a un lado, para rodearlo y seguir caminando; el tomó mi brazo para que me detuviera.*

Continuará...