crazy ; magcon boys

uno

- Así que gracias por los setecientos mil subscriptores.- sonreí y Renee apago la cámara mostrando sus pulgares.

Tomé mi celular del escritorio, lo desbloqueé y abrí Twitter para avisar que ya subiría un nuevo vídeo.

"@brookwood: gracias por los 700k en YouTube, pronto subiré un nuevo video."

Iba a tuitearlo, hasta que salió una foto mía con Matt en la pantalla. Él me estaba llamando.

- Espera un segundo, me llaman.- le indiqué a ella, quien asintió. Salí de mi habitación para contestar.

- ¿Aló?

- Hey.- dijo él alargando la 'e'

-  Ah, hola Lee.

- No me llames así, Ursula.- dijo y puse cara sería, aunque él no me podía ver.

- ¿A qué se debe tu llamada?- dije con voz lenta y sofisticada, dejando escapar algunas carcajadas.

- ¿Estás libre ahora?

-  Huh- miré a Renee, quien parecía estar totalmente en otro mundo con su celular.- Si. ¿Qué pasó?

- Paso por ti en treinta.

- Pe- iba a reclamar, pero el corto antes de que pudiera terminar.

Mire mi reloj, el cuál indicaba que eran las ocho y media.

- ¿Todo bien?- preguntó Renee levantando la vista de su celular.

- Creo que te tendré que cancelar.- dije con una mueca, ella suspiró.

- ¿Otra vez?

- Es Matt, dijo que pasaría por mi en media hora. Lo siento- hice un puchero.

- Bien, entonces supongo que te veo mañana.- se levantó de mi cama y bufó.

- De acuerdo, lo siento otra vez. ¡Adiós!- grité cuando ella salió de mi habitación.

Subí las escaleras corriendo para remplazar mi ropa cómoda por una más normal para salir. Opté por vestir un crop top floreado con unos shorts blancos. Mi celular vibró señalando que tenía un nuevo mensaje. Lo desbloqueé y abrí el nuevo mensaje de Matt que me había llegado.

"ya estoy afuera, te espero."

Me retoque un poco el maquillaje, el cual solo era un poco de rímel y bajé rápidamente las ecaleras para ponerme mis vans negras. Tomé las llaves de la casa y salí.

Matt se encontraba parado justo afuera de mi casa, iba con sus lentes de sol como acostumbraba y estaba mirando su celular, por lo que aún no se había percatado de mi presencia.

- ¡Matthew!- dije abrazándolo por el cuello sorprendiéndolo.

- ¡Brooklyn!- rodeó mi cadera con ambos brazos acercándome más a el.