Capítulo 8: "Todos los caminos llevan a Roma"

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-¿Qué quieres Felicity? -Dijo Em, al parecer, cansada de su presencia.

Así que la pelirroja se llama Felicity, un nombre no muy adecuado para su persona.

-¿De tí? -Se rió. -A ti ni la hora. No vengo por tí, obvio -Hizo un gesto de puta. Sus 'secuaces' se empezaron a reir en un tono más agudo de lo que podría describir. Eran como gatos atropellados, gatos con voz muy aguda, más de lo que en verdad son.

-Mira puta asquerosa, déjame en paz y vete con tus... cerdas, a otro lado, no te quiero ver más hoy, me tienes hasta el mismísimo...-Em no quiso terminar la frase. Las tías esas se pusieron las manos en el pecho a la vez y de la misma forma. -Y disculpa si te ofendí, mi intención fue humillarte. -Dijo con un gran orgullo de sí misma, me cogió del brazo y salimos de allí. -¡MENUDA PUTA MÁS PUTA! Menos mal que quiero que conozcas a mi yo normal, porque si no... ¡LA MATO!

-Eh, Em, tranquilízate, la gente nos está mirando. -Intenté pasar desapercibida ante las tantas miradas de todo el centro.

-Como no paren ahora, van a morir. -Dijo casi yendo a matar a la gente.

-Em, ya, para. -La cogí por los brazos desde atrás como los policías y la llevé al pasillo de los baños. -¿Te pones así por nada? ¿En serio? -La solté y se cruzó de brazos.

-No es nada. Es la puta de Felicity Clark. Es un asco esa tía. -Puse los ojos en blanco.

-Vamos, que te cae mal. -Negó.

-No es que me caiga mal, es que deseo que la atropellen, ojalá se le rompa una uña y llore y arrancarle el pelo sería lo mejor de todo. -Reí a carcajadas. -Tú ríente, pero lo digo en serio. -Alzó una ceja y nos reímos juntas.

-Si bueno, lo que tú digas. Acompáñame al baño, ya que estamos aquí. -Se encogió de hombros y fuimos al baño, yo me metí en uno de los casilleros, hice mis cosas y volví con ella, que se estaba pasando otra capa de rímel y también poniéndose brillo de labios.

-Por cierto, ¿qué tal te parece Scott? -Me miró de reojo con una sonrisa que ella intentaba ocultar, pero se veía que no podía. Yo fruncí mi cejo.

-¿Por? -Ella se encogió de hombros.

-Por saber. ¿Y Matt? -Imité su gesto de antes. La verdad es que en este momento no estaba interesada en nadie, ahora mi vida se basaba en no estar atada a nadie, soy muy joven todavía. -¿¡Pero tú a caso has visto a Connor!? Buf, y al misterioso de Alan. Bufffff. -Me reí.

-¿Pero no se suponía que la gente les teme? -Pregunté entre risas.

-A ver, a mi no me da miedo nada ni nadie, el respeto es otra cosa. Como cuando una persona le tiene respeto al mar, a los animales, o incluso a las alturas. Yo igual. -Pausó. -¿Pero qué te parecen a ti?

-Nada, cuando estuve con ellos en el departamento de Alan fueron tan... -No me dejó terminar.

-¿¡DEPARTAMENTO DE ALAN!? -Al gritar el nombre, las pocas chicas que se estaban mirando al espejo, nos captaron con su vista. Estaban boquiabiertas. -¡Él solo lleva a las chicas más guapas allí! Nadie sabe donde está ese departamento, solo las putas esas. ¿Eres puta? ¿Habéis follado? -Miré con horror a Em, yo nunca hablaba así, sin importancia, sobre ese tema, me sentía tan rara hablando de eso, no era mi tema favorito sinceramente.

-¿¡Qué!? Claro que no. ¿Estás loca? -Pausé. -Tan solo estaba allí porque en la fiesta de Derek no estaba muy presentable. Y me llevaron a allí por no dejarme tirada en medio de la carretera. -La cara de Em era un poema. -Tan poco es para tanto.

-¿Que tan poco qué? -Se quedó asombrada. -Anda Sarah, una mierda. No me lo creo. -Pausó. -¿Es en serio? -No sabía qué contestar así que elevé mis hombros. -¿Estás segura de que era Alan? -Asentí. -¿¡Alan con sentimientos!?

Danger (PAUSADA HASTA NUEVO AVISO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora