LEAN LA NA DEL FINAL, ES IMPORTANTE.
-Genial chicos, ya que están todos listos -Miré de reojo a mi acompañante durante unos segundos. -Vamos a hacer varios juegos así, hay varios, unos de jugar en equipo, y otro en contra. Los de tenis a un lado, baloncesto a otro, fútbol igual, vóleybol y finalmente la cuerda floja. -Dejé de escuchar a la profesora, y volví a mirar a Alan.
-Para de mirarme. -Dijo y aún así no le hice caso. ¿Por qué la gente le temía? Vale que no tuviera un buen genio, y que su físico diera miedo, pero aún así, las apariencias engañan. -Ahora. -Hizo contactoo con mis ojos. Intimidaban. Mucho. Pero a mí no, a mí no me importaba que me miraran, no es que fuera una puta que se cree una modelo, sino que tampoco me avergonzaba de mí misma, y si no le gusto a alguien, pues que no me mire, simple. -Eres insoportable.
-Ya bueno, dime algo que no sepa. -Dije con un tono de gracia. Me estaba metiendo en un terreno lleno de minas, yo solita.
Eres gilipollas en serio, no intentes hacerle reir que lo único que conseguirás es tu muerte.
Él bufó y caminó hacia la cuerda floja, ya que no había nadie.
-Como estamos sólos, haremos un contra entre los dos -Sonrió con maldad. Genial, iba a salir volando.
Me puse a un lado y Alan en otro, cogimos la cuerda y contamos hasta tres.
Nada más llegar a tres ya había caído torpe y fuertemente al barro que había en el suelo.
Bravo.
Alan se rió sin control alguno. Yo me levanté furiosa y corrí hacia él sin a penas saber qué le iba a decir, a lo que le empujé hacia atrás. Me miró con mucha furia, no sabía si huír o qué.
-¿Qué haces cacho mierda? -Me gritó en la cara. -Te vas a arrepentir, eres una mierda como tu familia pija O'Loughlin.
-Yo no soy como ellos. Además, ¿quién coño eres como para saber nada sobra mi familia? -Chillé y le volví a empujar para luego salir corriendo a los vestuarios sin esperar respuesta de su parte, en el camino vi como todo el mundo nos miraba y Alan gritaba que se giraran, a lo que hicieron caso.
¿Qué se creía este ahora? Y lo peor era, ¿cómo sabía sobre mi familia?
Mierda si que era él.
Recogí mis cosas rápidamente y salí de allí, me encontré a Alan parado en la pared al lado de la puerta de brazos cruzados, pero lo ignoré por completo.
Un par de metros por delante, me paré y me giré, Alan estaba siguiéndome.
-Déjame en paz gilipollas. -Le grité mientras caminaba de espaldas, luego volví a mi camino, y me senté en la parada de autobús, la había estudiado antes de venir aquí, tenía que coger exactamente la 27, a los alrededores no había nadie, hasta que apareció el subnormal delante mío. Se quedó parado ahí durante unos largos segundos. -¿Qué coño quieres? -Me levantó cogiéndome del cuello casi asfixciándome, yo le agarré la mano que estaba todavía en mi cuello, rezando por sobrevivir.
-No me mires, ni me hables, ni me toques, tan sólo mantente alejada de mi. Puedo acabar contigo así de rápido. -Chasqueó los dedos. -Así que mejor mantente a mis órdenes, y sobre todo tú, O'Loughlin. -Dijo y me soltó rápidamente.
Oh, este no se iba a ir de rositas. Vale que sea el triple que yo, pero me da igual. Me estaba jodiendo.
Para tener su atención en mí, chasqueé la lengua un par de veces mientras negaba.
-Mira, no sé quién te crees que eres, pero tú a mí no me das órdenes, no pienso ser una de esas personas asustadas, no pienso ser como ellos sólo porque tú quieres, no te voy a dar el gusto. A mí ese rollo de 'haz lo que yo diga' no me va, es más, no pienso hacerte caso ni en un millón de años, podrás decir lo que quieras sobre mí ante mi familia, pero tú no eres nadie como para estar encima de todo el mundo, metiendo miedo por gusto. -Repliqué. Él volvió a agarrarme, esta vez con más fuerza. Vi sus ojos oscurecerse, me daba miedo. Sabía que soltaba rabia por todos los lados, quería hacerme daño, iba a hacerme daño. Pero de repente me soltó y se fue como si nada, pero antes me dió una sonrisa que formó un gran escalofrío de terror por casi todo mi cuerpo.
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Danger (PAUSADA HASTA NUEVO AVISO)
Genç Kurgu-¿Qué pasó Riley? -Preguntó un hombre de mediana edad con un bigote teñido de blanco bastante grande. Su nombre... ¿Por qué me sonaba tanto? -No lo sé. Yo... -Tembló la niña. -Se están yendo. -Me acerqué a ella y la miré mejor. Me parecía tan famil...