Sí, aquí estoy de nuevo, en otro estúpido lunes, y para joder así, en educación física. Ésta clase la compartía con Emily, a lo que la hacía más divertida, por no decir que ella se reía como loca por cómo yo huía de la pelota de fútbol.
Sí, éste es el colmo de los colmos.
Aunque en parte yo era buena jugando, si a eso se refería dar patadas al aire y a las personas -sobre todo a hombres con miembros masculinos sensibles-.
En verdad creo que son unos quejicas jugando al fútbol. Cada vez que les daba patadas en la rodilla, se quejaban, se tiraban al suelo y gritaban 'falta profesora'.
Menudos imbéciles.
Íbamos 4-4 y el siguiente punto ya era el definitivo.
-¡Sarah! ¡Corre a defensa! -Corrí hacia atrás. -¡Ahí! ¡La pelota! ¡Golpéala! -Fui a darla cuando alguién chocó conmigo haciéndome volar por los aires y casi caer de boca comiéndome todo el sabroso suelo.
Me giré sobre mí misma y miré al cielo cubierto por una gran nube negra por la que caían pequeñas gotitas.
-¿Por qué siempre me tiras al suelo en esta clase? -Le dije al causante de mi gran caída. Alan. Él tan sólo se rió y ni me ayudó a levantarme.
Ahora que lo pienso, no veo a Derek desde la fiesta.
Ni a Connor desde el viernes pasado.
Ni a mi padre desde hace casi dos semanas ya. Bah, éste último ya me da igual.
El amigo rubio de ojos verdes de Em me dio la mano y me levantó.
-¿Estás bien? -Dijo tímido. Tenía un pircing en el labio que me volvía loca. Ese pircing, uf.
Esas hormonas Sarah, por favor.
-Sí. ¿Matt? -Él negó.
-Scott. -Dijo. Le llamó el otro chico del grupo, que imaginaba que era Matt. -Ten cuidado, los del otro equipo van a muerte. -Miró a Alan y a otros más.
-Qué gracioso. -Él frunció su cejo. -Porque yo también. -Dije y él sonrió.
Cogí la pelota para sacar y se la pasé a Scott con una mirada de complicidad.
Corrí hacia la portería contraria, nadie se percató de mi precensia, porque en fin, yo era la negada.
Scott estaba controlando la palota, zig-zagueándola, y en un momento en el que vio un hueco, me la pasó con rapidez y la gente, cómo no, se me quedó mirando boquiabierta.
-¡Pero corre a portería! -Gritó Em desde el área. Reaccioné y corrí hacia ella, notaba las grandes zancadas de los chicos intentando arrebatarme la pelota, pero no podrían.
Felicity estaba de defensa mirándose las uñas, y como me vio pasar corriendo a su lado, gritó como una niña, con su cara de sorpresa.
Eso se me quedaría grabado en mi mente el resto de mi vida. Y encima, verlo en primer plano, fue lo mejor.
Había un defensa más, que fue hacia mi, pero yo al ver que mi profesora estaba atendiendo a un alumno que se había mareado, aproveché la oportunidad y le di un codazo en el pecho haciendo que saliera propulsado hacia el lado de donde vino.
Tenía mi vista en el portero.
Qué pena, le voy a intentar arreglar la cara con la pelota.
Concéntrate, hazme el favor.
Seguí un par de metros por delante y disparé a portería.
No os podríais creer lo que pasó.
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Danger (PAUSADA HASTA NUEVO AVISO)
Jugendliteratur-¿Qué pasó Riley? -Preguntó un hombre de mediana edad con un bigote teñido de blanco bastante grande. Su nombre... ¿Por qué me sonaba tanto? -No lo sé. Yo... -Tembló la niña. -Se están yendo. -Me acerqué a ella y la miré mejor. Me parecía tan famil...