Danger (PAUSADA HASTA NUEVO AVISO)

Capítulo 7: "-Hablando de peces gordos."

CAPÍTULO SORPRESA YAY!

Me prometí a mi misma hacer amigos y pasar de los dos chicos que sentía que iban a ser el peor error de mi vida.

Volvía a estar en la cafetería, esta vez decidí coger mi bandeja llena de comida y sentarme al lado de gente normal, que pareciese normal, y no tuviera problemas de bipolaridad o que le dieran venadas de saltar por ventanas.

¿Estás contando que Alan y Connor son tus amigos? Yo no lo creería así, pienso que estan utilizándote, o sea, tú piensas que te están utilizando, ¿no?

La verdad es que posiblemente mi subconsciente tenga razón, pero... Una parte de mí quería creer que tan solo eran percances, en verdad estaban exagerando, o que incluso Alan era suicida. Yo que sé.

Gente rara, supongo.

Fijé mi vista en la gente de mi al rededor visualizando a los diferentes grupos.

Había uno que se podía decir que encajaba conmigo, era una chica y dos chicos, y lo que llevábamos en común era que aparentábamos ser normales, llevar vidas normales, y ninguno parecía nada fuera de lo normal.

Perfecto.

Yo era de esas que prefieren vivir la vida por lo seguro, sin salirse de la línea yendo a la aventura.

Cuando decidí que ese era el grupo donde creí empezar a entablar una buena amistad, vi a Connor saludándome en la otra esquina del salón, su sonrisa era tan grande que se veia desde el campo de fútbol, a través de los grandes ventanales.

Al lado de Turner se encontraba Alan comiendo concentrado, Connor le dio un codazo para que me prestara atención y me dijese que fuese con ellos, pero la única atención que tuvo fue la de todo el mundo, ya que Alan le había empujado fortísimo de la silla al suelo.

Yo hice como que no los conocía mientras Connor gritaba mi nombre en forma de ayuda.

¿Por qué yo?

Caminé rápidamente hacia la mesa de los chicos y me senté al lado de la única chica de allí, ellos miraban todavía lo que había sucedido en la mesa del fondo.

-Hola -Dije atrayendo su atención. -Soy... -Y entonces Connor gritó mi nombre. -Sí... Exacto.

-Hey. -Dijo la chica. Lo único que se escuchaba de fondo era el grito del idiota aquel nombrando mi nombre una y otra vez. -Creo que te están llamando.

-Ya bueno, sin importancia. -Dije pasando del idiota.

-Bueno, entonces... yo soy Emily, pero dime Em. Y ellos son Mathew o Matt y Scott. -Dijo con una sonrisa resplandeciente mientras nos presentaba.

-Encantada. -Dije saludando. De ahí para adelante, estuvimos hablando de nuestros gustos y de la gente del instituto, yo no podía participar mucho en lo último ya que no conocía a nadie.

Justo cuando sonó el timbre, todos nos levantamos de la mesa, pero Em me cogió del brazo.

-Oye, Sarah. Me has caído muy bien.

-Gracias, tú a mi también. -Sonreí alegre, la verdad es que esta chica me agradaba mucho, parecía muy agradable y cariñosa. ¿Y lo mejor? Es que encima de parecerlo, lo era.

-Bueno, pues si hemos conectado tan bien, digo que nos vamos a llevar genial, entonces, ¿por qué no conocernos más? -Era más extravertida de lo que pensaba. -Oh oh, una idea, ¿y si quedamos esta tarde para ir al centro comercial?

-Es que resulta ser que mi madre me ha... -Miré sus pucheros. No iba a arruinar mi primera amistad aquí, ¿no? Además, lo había hecho antes, mi madre no me vigilaba, no le importaba ni lo más mínimo, y lo mejor era que las cámaras de seguridad todavía no estaban conectadas, no hasta que el electricista viniera de lunes que viene. -Vale... Está bien.