#9: Hasta el cansancio.-Parte 2

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-Necesito enjuagarme Kilian.

-Yo también bonita, pero estoy muy entretenido viendo tus lindos labios.

Ella no dijo nada, se estaba odiando a si misma por ser tan débil cuando estaba junto a el y por querer besarlo como quería hacerlo.

-¿Qué pasa si me acerco un poco más? Siento que puedo acercarme un poco mas...

Gracelyn suspiro cuando sintió la mano de Kilian tocando su cuello suavemente, subiendo hasta su mejilla.

-Kilian...

-Estas muy fría lindura, debo asegurarme de que no te enfermes.- Paso un dedo por sus labios, ella sintió escalofríos y lentamente coloco las manos sobre sus hombros, el no tenía camisa y sintió piel tibia ante sus manos heladas. - Esas manos están muy heladas, veamos a que temperatura están esos bonitos labios tuyos.

Ella no protesto. Comenzó a besarle lentamente, acariciando su cuello con la mano que no la sostenía por la cintura, Gracelyn se pegó más a el y se abrazó a su cuello, el beso era muy lento, como si comprobara algo, sentía que el corazón le escaparía del pecho.

Cuando les falto aire y se separaron, sonreía levemente, el sabia a jabón pero no le importaba. Kilian la miro esperando una respuesta, esperaba una paliza verbal o posiblemente una cachetada de parte de Gracelyn.

Cuando comenzó a besarla la parte lógica de su cerebro le ordenaba separarse y huir, pero la parte que siempre había estado atraída por el le ordenaba quedarse, si se marchaba seguramente se arrepentiría de huir de sus besos otra vez y de no haberlo besado hasta el cansancio, si se quedaba podría arrepentirse si las cosas se ponen incomodas entre ellos y si vuelve al lugar donde estaba antes de que Nathan entrara a su vida: loca por Kilian.

Terminaría igual de cualquier forma así que hizo su cordura a un lado y se armó de valor, lo beso como había querido hacerlo desde que tenía 16. Viviría el momento.

Kilian se sorprendió cuando se abalanzo sobre el y comenzó a besarlo intensamente, no estaba preparado para sostenerla y el impulso de Gracelyn provocó que cayeran al suelo. Estaba sobre el besándolo como si no hubiera un mañana.

-Gracie, Gracie, escucha... - intentaba detenerla mientras ella besaba su cuello.

-¿Qué sucede?

- ¿Qué? ¿Qué sucede? Estas sobre mi besándome como si se fuera a acabar el mundo, no es que me moleste, pero no lo entiendo.

Se habían separado un poco, ahora estaban sentados observándose.

-¿Qué sucede de qué?

-¿Te encuentras bien? De todas las reacciones que esperaba, créeme que la última era la que elegiste, esperaba una cachetada o tu indiferencia, no que te lanzaras sobre mi como si fuera un extinguidor en medio de un incendio.

-¿Podrías no arruinar esto y solo seguir la corriente?

-No puedo Gracie.

-Tu comenzaste Kilian . -Dijo mientras se acercaba de nuevo a el.- No me digas que ahora que te sigo el jueguito quieres dejar de jugarlo.

-Sé que bebiste esta noche, tu no me seguirías el juego ni en un millón de años y se que mañana será todo incomodo entre nosotros si no te detengo.

Gracelyn estaba casi sobre el. Se estaba arriesgando mucho, estaba en sus cinco sentidos y tenía muy claro que quería besarlo de nuevo, le parecía tonto que después de empezar las cosas el quisiera terminarlas cuando no obtuvo la reacción que esperaba.

Líos del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora