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29/Junio/2013

8:45 PM

Killian.

Toque la puerta de entrada con mamá abrazada a mi brazo, la había extrañado, eso no lo niego. Mi decisión de estudiar lejos de casa fue parte de mi rebeldía, no me arrepiento de eso, pero extrañar a tus seres queridos es feo. Había decidido viajar a Londres para estar en el cumpleaños de lindurita y quedarme en casa el resto de las vacaciones. Fue difícil convencer a Amber de que no se uniera al viaje, pero al final lo logre, no es que me molestara que mi novia me acompañara, pero quería un poco de tiempo con mi familia.

La señora Grace nos abrió la puerta unos segundos después, habíamos pasado toda la tarde en casa de los abuelos Kevin y Linette, por lo que luego de ver una película mama sugirió visitar a los Giesler y la abuela por supuesto no protesto, Grace y ella son muy unidas.

-Hola queridas, pasen, pasen-Dijo antes de notar mi presencia- Pero a quien tenemos aquí, hola Killian, pasa.

-Hola señora G...

- ¿Qué te he dicho sobre hablarme de usted?-Me interrumpió.

-Oh, sí, claro, hola Grace, cada vez que te veo estas más linda-Dije sonriéndole, esperaba que mis elogios la hicieran darme una de las deliciosas galletas que podía oler desde el pasillo, aunque no solo lo dije por eso, me gusta dar cumplidos a las personas que me caen bien.

-Oh, eso me han dicho jovencito.-Me respondió riendo mientras cerraba la puerta. No pude evitar pensar en Gracelyn con su respuesta, ella también tenia momentos en los que su modestia desaparecía.-Tu estas muy grande ya, ¿Qué pasa con esa barba? ¿Intentas parecer un pirata?

Solté una carcajada por el comentario, la abuela me había preguntado la misma cosa en el momento que me vio.

-Oh, eso mismo le he preguntado yo Grace, Killian esa barba te quita encanto.

-A mi me gusta, no harán que me afeite con sus comentarios.-Les respondí antes de sentarme en uno de los largos sillones de la sala.

-Dejen que el niño experimente-Dijo mamá moviendo una mano, como si quisiera restarle importancia.- Ya se afeitara cuando al caminar por el muelle los marineros lo confundan con uno de ellos y él no sepa cómo tratarlos.-concluyó sonriendo de lado.

Eso ni siquiera tenía sentido. Sé que puedo tratar con un marinero, se ven rudos pero puedo hacerlo...cualquier hombre que pueda navegar por el océano en tiempos de tormenta merece respeto, es más, yo aprenderé a navegar, algún día comprare un bote. Y mi barba de dos días no se ve mal.

- ¿Pueden dejar de hablar de mi barba?

-Claro niño grande, iré por galletas y chocolate, ya vuelvo. -Dijo la señ...digo, Grace, alejándose, dejándonos a los tres en la amplia sala.

-Espera, te ayudo. - Dije y la seguí a la cocina. Uno debe ser un caballero de vez en cuando.

Mientras se movía por la cocina preparando las tazas de chocolate caliente yo recordé que cierta señorita debía estar viviendo en esa casa, o al menos eso creía, después de la muerte de Lilian era lo que a mí me parecía lógico.

-Grace -Susurre, llamando su atención- ¿Dónde están lindura y lindurita?

Ella ladeó la cabeza unos segundos, como si intentara entender mi pregunta, luego comprendió a quien me refería y sonrió levemente, pude ver nostalgia en su rostro.

-Ellas están viviendo en el departamento de Aaron... ayer estuvieron aquí.

Eso me sorprendió un poco, una parte de mi creyó que podría verla esta noche y comprobar como estaba, después del accidente todos estábamos devastados, aun lo estamos, y sé que para ella debe de ser horrible, yo tuve que regresar a la Universidad para presentar unos exámenes, no tenía opción, era regresar triste y poder volver justo como lo hice, o no regresar y tener que repetir todo el semestre que estaba finalizando.

Líos del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora