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29/Junio/2013

6:45 PM.

-Hola mami. Te traje estas flores... Combine nuestras favoritas.

Mi celular comenzó a vibrar llamando mi atención. Número desconocido, decidí ignorar la llamada y seguir con lo mío, visite la tumba de mamá, la verdad no venía desde el entierro, entre mis ganas de hacer nada y cuidar a la bebé, mi tiempo se consumió.

-Sé que sabes lo que haré, solo quería venir a decírtelo, ya sabes... hacerlo oficialmente.

Suspire.

>>En primer lugar, no sé qué rayos estaban pensando ustedes dos al siquiera imaginar que yo podría llegar a ser suficientemente buena para hacerme cargo de Leah... soy despistada, olvidadiza y brusca, no cuido mi alimentación y soy impulsiva, pero bueno, todo eso tu ya lo sabes, ambos lo saben, tu me conoces mejor que nadie mamá. A pesar de que conocen todas mis facetas de locura ambos confiaron en mi, están apostando mucho por mí... quiero agradecerles, gracias mamá, gracias Mase. Por lo de la confianza.

Guarde silencio pensando en la responsabilidad que estaba planeando aceptar, todo parecía tan pacifico en el cementerio, solo había unas cuantas personas y estaban a una distancia considerable de mí.

>>Estos días no han sido muy sencillos de llevar... -Dije en un susurro. - Simplemente no entiendo por qué sucedió todo esto. Se suponía que tu estarías ahí en mi graduación, en mi boda, estarías ahí para cuidar de tus nietos cuando yo tuviera que salir, lo sé, lo sé, aún falta mucho para eso y se que es una exageración pensar en que no estarás para mi boda y para ver a mis hijos ma, si es que algún día los tengo, pero se suponía que esas cosas pasarían y tu estarías ahí tranquilizándome y apoyándome, convenciéndome de que todo estaría bien durante mis ataques de locura. Y yo estaría contigo cuando me necesitaras. Se suponía... solía suponer muchas cosas.

Sentí como una lágrima caía por mi mejilla y no me moleste en limpiarla.

>>Supongo que no debo suponer nada, ¿Verdad? Somos más pequeños que la más pequeña de las hormigas en el universo y la vida no tiene sentido.

El viento calaba sobre mi piel, seguramente mi nariz estaba roja como un tomate. Acomode un mechón de cabello que se había escapado de mi trenza y mire a mi alrededor, nunca me había detenido a pensar lo silencioso que debe ser en los cementerios todo el tiempo.

>> Nada tiene sentido para mí en este momento y creo que nada tendrá sentido en mucho tiempo, así que si, Lilian y Mason, quiero informarles que estoy planeando aceptar, porque la vida es muy corta como para negarme a ser la tutora legal de una fábrica de alegría como Leah. No me siento muy segura, pero tampoco quiero arrepentirme de eso luego. Cada día es más linda mami, enserio, y sé que ya lo saben pero ya casi es su cumpleaños, me preocupa un poco que aún no se atreva a caminar y que su vocabulario se basa en negar con la cabeza cuando no quiere algo y jalar el cabello para llamar la atención, pero la abuela dice que aun está dentro del rango normal en el que los bebes hablan y caminan, y ella es la experta ¿No? De todas formas tiene una cita con su pediatra la próxima semana.

Solté una risita ronca al pensar que había sonado como mama solía hacerlo al hablarme de las citas de Leah con su médico.

>>El otro día le mostré una foto de ustedes y ella los reconoció-Sonreí y las lágrimas comenzaron a salir de nuevo- Luego se me rompió el corazón cuando aparte la imagen y ella los buscaba con la mirada por todas partes, no quiero que se olvide de ustedes... Todo esto apesta. Los extrañamos muchísimo, todos lo hacemos. Aceptare, mamá, y espero que me ayuden desde lejos o algo así, porque no sé si lo lograre por mí misma.

Líos del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora