La nieta de Dumbledore

El gran sueño

-Entremos.- exclamó mi abuelo subiendo a las escaleras yo lo seguí.

Entramos a la habitación, era muy grande tenía grandes estanterías llenas de libro y un escritorio con sus respectivas sillas, me invito a sentarme y yo acepte.

-Hagrid, me contó lo que pasó con tu varita.- exclamo Dumbledore y yo permanecía callada creando un silencio profundo que al paso del tiempo se volvía incomodo.- Un águila ¿eh?- exclamó divertido pero no me hizo gracia.

-Si, pero no estoy segura de lo que era. ¿Podría ser el Patronus? Hagrid me dijo que podría ser imposible por que soy novata.- 

-La verdad, Fiora, pudo a ver sido otra cosa o algo parecido. Como dijo el sombrero  eres de los estudiantes más poderosas que han pisado Hogwarts, hay algo especial en ti, ademas tu padre te ha enseñado varias cosas

» Fiora, ahora tienes que ir a dormir, es muy tarde y mañana será el primer día, se que será un excelente día.- dijo y me dirigí a la puerta.

Salí de la habitación pero a la mitad de las escaleras algo me lo impidió, recordé que no me había despedido ni dicho buenas noches así que decidí regresar a despedirme de mi abuelo. Corrí subiendo las escaleras, abrí la puerta y Dumbledore seguía ahí, sin moverse.

-Pensé que ibas a irte sin despedirte.- dijo y me extendió los brazos en forma para que yo entendiera de que el quería un abrazo.

Corrí y lo abrace muy fuerte.

-Buenas noches, abuelo.- susurré y salí de la habitación.

Ahora me dirijo a las habitaciones de Gryffindor del séptimo piso, estaba tan cansada lo cual al llegar al dormitorio que tumbe en la cama y me quede completamente dormida.

-¡Fiora! ¡Fiora Dumbledore, levantate ahora mismo si no quieres llegar tarde el primer día de clases!.- gritaba Hermione exaltada.

-Ya voy, ya voy-

Yo había dormido con el uniforme y como ya era tarde no me bañe «Asco» pero si me lavé la cara y peine.

Me encontré con Harry en la torre de Gryffindor así decidimos ir juntos hacía nuestras próximas clases.

-¡Miren! Ahí 

-Si, Fiora Dumbledore, la nieta del director.

-¿El de gafas?

-¿Has visto su cicatriz?

-¿Han hablado con ella?

Estos son sólo algunos de los murmullos que se escuchaban a nuestro camino, los murmullos me desesperan, no me mantienen tranquila para nada, me altero mucho.

-Se ha de creer mucho por tener el apellido ''Dumbledor'' pero sólo es una hija de muggles más-

-No me sorprendería que Gryffindor ganará la Copa de las Casas este año, ahí están las nuevas celebridades de este año-

-Esto es demasiado, no puedo más.-

-¡DEJEN DE HABLAR DE NOSOTROS! ¿No les enseñaron a no hablar de gente a sus espaldas? Dejen de inventar cosas, mi abuelo jamás me ayudaría para ganar algo que no me merezco, sólo están inventando cosas, ¡Que gente más pesada!- grite a todo pulmón, desesperada.

-¿Cómo dicen todo eso? digo, ¿por qué?- 

Caminé muy rápido entre la multitud, me dirigía a la clase de Transformaciones, camine muy rápido y Harry no me siguió el paso y lo perdí. Llegue a la clase de Mcgonagall y me senté enfrente, después de un rato llegó Harry a la clase y se sentó alado mío.