23 de agosto

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La ciudad se despertó con la llovizna, pequeños charcos se formaban en las aceras y en el asfalto. La brisa sacudía todo a su paso, un día perfecto para permanecer en casa mientras observas televisión.

Pero sin nadie en casa, Ashton se sentía atrapado en esas paredes de su habitación. Pensar era lo peor para castigarse a sí mismo. Caminar de una lado a otro empeoraría las cosas, al igual que observar sus fotos. Se sentía roto y confundido a la vez.

¿Por qué ella?

¿Acaso esa chica tiene algo especial?

Ashton se sentó en el suelo, apoyando su mandíbula en la palma de su mano, una  gota cayó en su cabeza. Levantó la mirada, se dio cuenta que había una gotera corriéndolo de su sitio para pensar. Tomó su chaqueta y azotó la puerta principal, corrió hacia la parada de autobús para protegerse un poco de las gotas que con el pasar del tiempo se incrementaban. Los autos pasaban de ida y vuelta, mientras que él estaba solitario. Se dio por vencido y comenzó a caminar, pateando lo que se le atravesase.

Sin darse cuenta llegó al hospital, su mirada se iluminó al ver a una chica en silla de ruedas. Corrió a sus brazos pero fue alejado de inmediato, se había equivocado, no era Luna. No se parecían en absoluto, esos ojos oscuros la delataron al igual que su tez bronceada.

Estuvo absorto, Hellen lo sorprendió. Pero ella solo fue un producto de su imaginación.

—Amor, amor, amor —canturreó mientras corría a su alrededor

—Basta, por favor —imploró Ashton

—Tic-tac, tic- tac, tic-tac.

Corrió hacia la recepción, escapando de su alucinación. La recepcionista quedó asombrada al verlo tan alterado, le preguntó en que podía servirle y él escupió su nombre

—Luna Belt —la señorita asintió

—¿Usted es un familiar? 

—Eh, uh, soy su...

Gesticuló para que él prosiguiera

—Su novio —escupió nervioso

—Lo lamento, usted debe ser un familiar para ir a visitarla. Que tenga un buen día.

—Pero, pero, ¿Podría decirme en cual habitación se encuentra?

—No puedo ofrecerle esa información

—¡Usted debe decirme! —vociferó

—¡Seguridad! —exclamó

Dos mastodontes lo tomaron de ambos brazos, dejándolo caer en el piso húmedo.

''Luna, estoy aquí afuera. Diles que me dejen entrar''

Esperó 15 minutos y se marchó

☽☽☽☽☽☽☽

''Todo el día he estado pensando en ti y me duele''

''Solo quisiera hablar contigo''

''Es algo que me preocupa''

''Responde por favor, me duele que me ignores''

''Creo que me lo merezco, acabo de pensar que no soy merecedor de tu afecto''

''¿Podemos hablar?''

''Buenas noches, he mirado hacia la luna y me acordé de ti''

Recordándote | Ashton Irwin FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora