Capítulo VII

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Capítulo VII : Volvemos a encontrarnos.

***Varias semanas después***

Ya han terminado las clases, Mark y yo salimos directos a la sede del club para ir a entrenar con los chicos. Entramos, cogemos nuestros uniformes del equipo y nos cambiamos. El uniforme del equipo de fútbol del Raimon son sencillos, compuestos por un pantalón corto azul y una camiseta de manga corta amarilla con las mangas azules y el numero en la espalda del color de las mismas.

- ¡Chicos, vamos a entrenar!- dice Mark con entusiasmo.

Pero nadie le presta atención y todos siguen cada uno a lo suyo. Durante las últimas semanas se han unido al club seis chicos a los que también les encanta el fútbol, ellos son: Quevin (es un chico, alto de rasgos marcados y pelirrojo), Jack (también alto, de peso "un poco" elevado y pelo estilo afro de color verde), Timmy (pequeña estatura y pelo castaño recogido en una larga coleta) , Steve (estatura media, de pelo castaño con mechones desordenados y ojos marrones), Tod (estatura media, pelo castaño y corto acabado en forma de punta en lo alto de la cabeza, ojos oscuros, dientes incisivos exageradamente grandes y siempre lleva una una tirita en la nariz), Sam Kincaid (alto, de pelo color anaranjado muy rizado y que le tapa los ojos y con pecas)

- ¡Venga, a entrenar!- Mark suspira.- ¿Pero qué os pasa? ¡Con el tiempo que hace que no tenemos entrenamiento!
- ¿Y conseguiste esta vez reservar el campo?- pregunta Quevin.
- ¿Y si les pedimos a los de rugby que nos lo dejen?- dice Mark en un intento de que los demás reaccionen.
Pero solo obtiene quejas de todos, y con cada queja, Mark se enfada más y más.

- ¡¡SOMOS UN EQUIPO Y HAY QUE ENTRENAR!!- Grita mientras da una palmada con la mano en la pared, justo donde hay un cartel anunciando el Torneo Fútbol Frontier.- ¡Seguro que este año llegamos a la final!- hace una pausa y se acerca a los chicos, uno a uno- ¿Verdad? ¿Quevin, Steve? ¿Tim? ¿Jack? ¿Tod, Kincaid?

A pesar del entusiasmo de Mark ninguno de ellos le da importancia a sus palabras.

- Vayamos a entrenar nosotros Mark.- sugiero.
- Si...- dice él resignado.

Salimos fuera, Mark comienza a chutar el balón y comenzamos a pasárnoslo.

- ¡Mark, Melany!- escucho a Silvia llamarnos.

Ella es una chica de nuestra clase y amiga de Mark desde hace tiempo, tiene el pelo corto y oscuro y es muy amable y simpática.

~ ¡Hola Silvia!- la saludamos los dos.
- Siento no haber podido conseguir el campo.- dice apenada.
- No es culpa tuya.
- Claro, has hecho lo que has podido- digo.
- Pero, ¿Y los demás?- pregunta Silvia.
- Pues como siempre, no entrenan- digo yo.
- ¿Queréis que vaya a decirles que salgan?- pregunta molesta por la actitud de los chicos.
- No hace falta, tarde o temprano querrán jugar- niega Mark.- ¡Por qué yo sé que en el fondo, a todos les encanta el fútbol!
- ¿Entonces vais otra vez a la ribera del río?- pregunta ella sonriendo.- Otra vez a entrenaros con el equipo de los niños de primaria.
- Eh... ¡Sí, pero están mejorando mucho!- dice Mark, riendo- Ven a comprobarlo tu misma.
- Esto... Mark, yo tengo que ayudar a... Mamá con unas cosas y necesito estudiar un poco, hoy no voy a poder ir- le digo a Mark.
- ¡¿EEH!?- Dice desilusionado- Bueno... Que pena... Entonces nos vemos en casa, Melany.
- Sí. Adiós chicos, ¡entrena duro Mark!- me despido.

Los dos me dicen adiós y me marcho a casa.
Por el camino voy pensando en el club, he oído rumores de que piensan cerrarlo pero... Seguro que Mark lo impide ¡y yo le ayudaré!

Entro en casa y subo directa a nuestro cuarto, dejo la cartera encima del escritorio y me dejo caer de espaldas en la cama de Mark. ¡Qué feliz soy ahora!

La Historia De Melany (Inazuma eleven)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora