28. [KaiSoo]

Fotografía 5.

Jongin vuelve tarde a su departamento, mojado de pies a cabeza, con el cabello despeinado y las mejillas irrigando calor y un fuerte color carmesí. Su compañero lo mira con una interrogante en su rostro, pero el moreno se encoge de hombros.

—Me agarró la lluvia —dice y Sehun no le cree porque hay un paraguas en su mano y la mochila donde se encuentra su cámara fotográfica está intacta de agua, pero no dice nada, sin ánimos de gastar energía ya que Jongin es un enigma que él se cansó de intentar entender desde que comenzaron a compartir techo.

—Hay comida en el microondas. Yo ya comí —Sehun indica y apaga una vela aún prendida en la mesa del comedor—. Hoy se cortó la luz...otra vez —el chico pelinegro expone, frunciendo su ceño y tomando unos palillos para entregárselos a Jongin. Este comienza a comer—. Estoy pensando en llamar al servicio y quejarme.

—No lo hagas, a ellos no les importa si tenemos luz o no, así que sólo te ignorarán —Jongin dice y Sehun pone los ojos en blanco mientras un juramento se escapa de sus labios, dirigido al servicio de electricidad—. Sehun, ¿tú conoces el HIV? ¿Sabes qué significa, o tiene algo que ver con... —Jongin traga saliva y toma agua, sintiendo la garganta seca—...SIDA?

Sehun es médico especialista, uno muy bueno y con experiencia a pesar de la edad que tiene; trabaja en el Hospital de Busan y ha ayudado a Jongin cuando este quiso hacer una carrera de medicina, la cual dejó luego de un año por la fotografía.

—Virus de la Inmunodeficiencia Humana, sí, sí lo conozco. Es, como deberás saber, un virus que pertenece a la familia de los lentivirus —explica el pelinegro, sentándose en una silla frente a Jongin, y en su rostro se ve reflejada la pasión al hablar de algo que le gusta, algo que tanto ama; no justamente del virus, sino de la biología humana en sí—. Este virus ataca el sistema inmunológico, nuestro, por así decirlo, escudo y nos expone a cualquier tipo de enfermedad. Ahora, verás, cuando el HIV causa en un tiempo variable un deterioro significativo en este sistema inmune, sólo ahí se presenta el conocido SIDA, siglas de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida. Es una manifestación más grave y avanzada de la infección por HIV.

—Entiendo que el HIV debilita el sistema inmunológico...

—Y destruye las defensas del organismo, sí, continúa.

Jongin frunce los labios.

—¿Pero qué hace, específicamente? No sé si me explico, pero... ¿qué le pasa a una persona que tiene eso? ¿Cuánto tiempo de vida le queda?

—Depende la gravedad de su enfermedad —responde y toma mechas de su cabello entre sus manos—. El HIV se une a las células CD4, de ese modo las infecta y las utiliza para poder multiplicarse y destruir la capacidad de las células para trabajar en el sistema inmunológico, lo que significa que el cuerpo está expuesto a numerosas infecciones. Jongin, alguien con esta enfermedad no tiene el tiempo suficiente. Un simple resfriado, una gripe inofensiva o lo que sea puede matarlo; el perder las defensas, puede causarle un cáncer y ese mismo cáncer puede matarlo. Te daré un ejemplo para que entiendas; si tienes SIDA, eres una burbuja en un espacio cerrado y repleto de cactus, con la posibilidad de tocar cualquier objeto filoso y explotar.

—Pero hay una cura, ¿verdad?

—No existen las esperanzas de vida. No aquí.

—¡Pero debe haber una cura, Sehun!

—Si hubiese una cura para el SIDA, Jongin, yo no habría perdido los pacientes que perdí.

Jongin se siente asqueado por toda la información que lo golpea y deja su plato a medio comer, levantándose de la mesa para tirar el resto de los fideos y lavar lo que ensucio, algo que con Sehun ya acordaron desde un principio; lo que ensucias, lo lavas.