Entre Tú y Yo

Capítulo IV

En la opinión que tenía Andrés, ella no debía estar allí. Por otro lado por qué. Si su padre y ella no tuvieron ningún contacto en el pasado ¿o sí? Todo lo que quería ahora era alejarse de su presencia. Si en algún momento creyó recuperar el amor pero sobretodo la pasión, estaba equivocado. Aun no entendía el impulso que lo llevo a buscarla. Sabía que era para aclarar las cosas pero algo muy dentro de él le cuestionaba que era exactamente.

Entro directamente en la habitación de su padre. Estaba conectado a varios cables, era algo realmente serio. La enfermera y el médico a cargo le explicaron que no era como lucia la situación, es decir, sería como él pensaba. En pocas palabras debía estar tranquilo. En su rostro se podía ver la cara de un hombre fuerte, lo que ignoraba Andrés es que su padre ocultaba muy delicado que lo lastimaría.

No se percató de que su hermano entro en el cuarto después de haberse sentado en uno de los muebles de la habitación.

- Se ve agotado, como si la edad le hubiera caído encima y no se diera cuenta.

- Quizás fue así y ni nosotros lo hicimos. Una cosa más, dudo que Sara pueda preguntarle algo, no entiendo para qué la trajiste.

- Es verdad, no lo sé.

- Hable con ella, parece preocupada por no saber que le paso a nuestro padre.

- Marcos, no te metas, ella sola tomo la decisión de hacer las cosas así, de qué me sirve arreglar algo con ella del pasado si no quiere.

- No estoy hablando de eso, solo dile lo que pasa, ya después veras que haces.

- Luego.

- Como quieras, es tu vida, ya no interfiero más.

Luego de que Andrés y su hermano tuvieron esa charla, se quedó pensando que tal vez él tuviera algo de razón y tener a Sara ahí no debía ser. Ya pensaría en eso después, ahora debería hacerlo es en su padre, que de un momento a otro no pudo pasar de la puerta hacia el cuarto, sentía que su padre ya no sería el mismo. Creyó creer que su padre abriría los ojos y así fue.

- Hola padre, ¿Cómo te sientes?

- Hola hijo que alegría me da verte.

- Seguro que sí. Padre no solo estoy aquí por tu salud, también es por qué es necesaria esa revista, además ella está aquí, conmigo y con Marcos.

- Has sido capaz de traerla, solo te lo he pedido para darle a la empresa más atención, eso es todo.- Andrés se percató de que su padre se estaba alterando, pero por qué, si desde su punto de vista no era importante.

- Papá tranquilo, que es lo que sucede. ¿Por qué estás tan alterado por ella? Cuando estuvimos juntos, ella y tú no hablaban mucho. Papá me estas ocultando algo.

- No hijo, no pasa nada, solo me sorprendió que la trajeras.

- En fin, no quiero que te preocupes ahora. Los médicos me han dicho que vas a mejorar. Solo quería saber que estabas bien. Estos cables serán temporales.

- Lo sé, Andrés, también sé que ella te importaba, ¿aún te importa? Si es así hijo hay algo...

- No papá, nada me hará cambiar de opinión con respecto a ella, no hay mucho que decir, solo que esta aquí por trabajo y solo eso.

Sara no quería estar allí, quería irse. La manera como Andrés la trataba le dolía y eso no lo esperaba. Ella tenía la culpa, había accedido tan rápido y fácil el irse con él, que los sentimientos que creía muertos volvían a la vida.