Llegó a la clase de arquería. Despidió a su madre con un beso en la mejilla y se bajó del auto. Se encaminó hacia la puerta. Al momento de abrirla, alguien también intentaba entrar. Levantó la vista. Era él.
Él le pellizcó el estómago con el dedo índice.
"Me has dejado en visto"
Él sonrío. Ella trató.
"Lo siento, no tenía ganas de hablar con nadie"
Ambos entraron sin decirse nada más.