Cuando entró a la clase de arquería, ésta ya había comenzado.
Saludó al instructor con la cabeza y, sin mirar a ninguno de sus compañeros, siguió de largo hasta su casilla.
Él no estaba.
Cuando entró a la clase de arquería, ésta ya había comenzado.
Saludó al instructor con la cabeza y, sin mirar a ninguno de sus compañeros, siguió de largo hasta su casilla.
Él no estaba.