Otra clase de arquería. Era mitad de la hora cuando la puerta se abrió.
Era él.
Cuando la vio, él sonrío. Ella volvió a intentar.
"Me has dejado en visto otra vez"
Se posicionó al lado de ella, arco firme en la mano. Sin embargo, no veía la diana, sólo a ella.
"Considérate afortunado"
Él disparó. Casi en el centro.
"No me has respondido"
Ella soltó la cuerda. Justo en el centro.
"¿Qué cosa?" preparó otra flecha. Apuntó.
"¿Quieres salir alguna vez conmigo?
Disparó.
La flecha ni siquiera había rozado la diana.