Sombras Frías (Camren)

Capítulo 2

Normani: ¿Y qué tienes pensado hacer?

En realidad no tenía ninguna idea siendo totalmente sincera, pero no podía parecer que no lo tenía controlado.

Lauren: No te preocupes negra -le llamaba así cariñosamente- está todo controlado, hablaré con mis chicos para averiguar si saben donde pueden estar los hombres italianos y qué hacían en España.

Normani: Bueno, si te surge algún problema llámame, esta noche saldré a festejar que este mes nos ha ido muy bien quitando el incidente este. Me llevaré a algunos de los chavales que conocían al que murió para que no estén tan tristes, no nos conviene tener a nuestros chicos descentrados.

Lauren: Muy bien, pero no te pases con el dinero que nos conocemos.

Normani: Vamos Jauregui que somos millonarias, ¿por qué eres tan tacaña? -me pregunta con una sonrisa sincera por primera vez hoy-.

Lauren: ¿Tacaña? -le digo incrédula pero devolviéndole la sonrisa-  Lo que pasa es que no me gusta gastar el dinero en tonterías.

Normani: Claro, tú eres más de gastarlo en tatuajes y coches de lujo.

Lauren: Los cuales tienen más utilidad que salir a invitar a nuestros hombres, por si no lo sabías.

Normani: Te agradezco el cumplido pero son tus hombres y yo soy una más entre ellos. -esto no me lo esperaba- Pero en fin, yo me voy porque me interesa tener vida social, si quieres seguir aquí dentro comiéndote la cabeza y amargándote, tu verás Lauren.

Me dio un beso en la mejilla fríamente y se fue cerrándome la puerta, por un momento pensé en cogerla del brazo y besarle pero es Normani, no podía, ella era como la hermana que nunca tuve, pero es jodidamente sexy y eso a veces hace que piense de este modo.

Llamé a cada uno de mis hombres para que fueran entrando a mi despacho y los senté en una silla, les preguntaba sobre si tenían información de los italianos, si sabían porque estaban allí, buscaba alguna razón o pista para poder saber el paradero de alguno de ellos y torturarlo para poder averiguar quien se escondía detrás de esta red de narcos y asesinos tan poderosa como la suya.

Ninguno sabía nada, vaya panda de imbéciles tengo trabajando para mí, al último que ha entrado me han dado ganas de quemar esa cara de inútil que tiene con el cigarro, pero no lo he hecho porque como empiece acabo matándolo. A decir verdad confiaba lo justo en ellos, no me gusta ninguno, solo tengo mis favoritos por sus habilidades a la hora de hacer los trabajos pero ni uno de ellos me daba la seguridad de que no me llegarían a delatar algún día aunque sé que el miedo que les transmito hace que me respeten por encima de su propia familia.

Me tranquilicé y me acordé de que me llevaba muy bien con el jefe de la mafia china. La mafia china es la tercera mafia más importante del mundo después de la rusa y la italiana.

Muchas veces había hecho negocios con esos hombres, aunque no me fiaba mucho de ellos ya que no eran de confianza porque se movían por dinero, mucho dinero y eso enloquece a los hombres. Después de estar pensando, decidí llamar a Yong Li.

Lauren: ¿Hola? 

X: ¿Quién es?

Lauren: Soy Jauregui, quisiera hablar con Yong Li.

X: Ahora mismo se lo paso señorita Jauregui.

Lauren: Vale Jackie Chan.

Yong Li: ¿Perdón?

Lauren: Ah, hola Yong, soy Lauren, quería preguntarte si sabías por qué los italianos estaban en España.

Yong Li: Bueno, mis hombres también los vieron porque les mandé a seguirlos. Después de que se dieran a ver en las aduanas de Andorra, queríamos saber quién diablos era el jefe pero nada, solo vimos a dos mujeres con dos hombres de la mafia, nada del jefe.