Tal como habían acordado, comenzaron a hacer la entrevista después de cenar, lucero sacó la grabadora y empezó a formularle las preguntas:
LUCERO: Bueno Fernando como bien sabemos tu telenovela está siendo todo un éxito, como te sientes al hacer parte de ella?
FERNANDO: Pues me siento muy contento de hacer parte de este gran proyecto, porque además de contar con un elenco y un equipo técnico maravilloso, también cuenta con un libreto magnífico, es una historia muy bien escrita que trata nuestra realidad actual.
LUCERO: Te pareces en algo a tu personaje?
FERNANDO: Fíjate que si tenemos en común varias cosas, por ejemplo nos parecemos en lo positivistas que somos, ambos le vemos el lado bueno y positivo a la vida, también nos parecemos en lo perseverantes, en lo comprometidos que somos con las cosas y bueno también en lo apasionados.
Al decir esta última frase, Fernando miró a Lucero de una manera especial, como si estuviera tratando de seducirla con la mirada.
Por su parte Lucero, antes estaba embobada escuchando la descripción de su personalidad, pero al oír a Fernando pronunciar la palabra apasionado y ver la forma en que la miraba, un calor recorrió todo su cuerpo, le faltaba el aire y sintió que su corazón se le iba a salir del pecho.
Pero Lucero tenía que controlarse, tenía que terminar con su trabajo, así que dejando atrás ese momento de tensión, procedió a formularle otra pregunta.
Así transcurrió la entrevista, Lucero le formulaba preguntas y Fernando le respondía. Cuando terminaron, ambos se dieron por bien servidos, pues por fin habían concluido lo que no pudieron durante la semana. En ese momento a Fernando le entra una llamada, Lucero se disculpa para ir al baño dejando a Fernando para que hablara tranquilo; quien llamaba era Gabriela, pues quería saber donde estaba su novio, Fernando le contó que había ido a cenar con Lucero, pues no quería mentirle, esto molestó bastante a Gabriela, es más sus celos estaban llegando al límite, así que Fernando para tranquilizarla le dijo:
FERNANDO: Cálmate Gaby solo es una cena de trabajo, tu sabes que nunca podría fijarme en esa mujer (que gran mentira estaba diciendo), ella es engreída, antipática, desesperante, mejor dicho es intolerable (En realidad eso no era lo que sentia, solo lo dijo para que Gabriela se calmara).
Pero para su mala suerte, en ese momento estaba llegando Lucero y lo escuchó, aquellas palabras le dolieron profundamente, hicieron que la magia que había rodeado esa noche se desvaneciera en un instante.
Fernando estaba de espaldas así que no se percató de la presencia de Lucero, cuando terminó de hablar con Gabriela se dio la vuelta y allí estaba Lucero quien hizo de cuenta que no había escuchado nada, que solo acababa de llegar.
LUCERO: Bueno yo creo que ya es hora de irme, ya es tarde.
FERNANDO: Está bien, déjame te acompaño hasta tu auto.
LUCERO: Eso no se va a poder, hoy se descompuso mi auto así que me vine en taxi y así mismo me pienso devolver.