Capítulo 4: Legendville, oeste de Runeterra

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El viaje no era como yo esperaba. Nos teletransportaron directamente hacia la villa. Ahí vimos a todos los campeones del juego... pero a TODOS: estaban Jinx, Twitch, Shyvana, Jarvan, Draven, Darius... estaban absolutamente todos.

Estuvimos buscando a Yasuo por todo el lugar. El encuentro entre él y la familia debía ser más que personal. Mamá también estaba como loca buscándolo, ya que se trataba de su esposo. Mientras le buscábamos, Vladimir nos espiaba con intenciones poco claras pero era más que seguro que no eran buenas.

Desde que llegamos, él nos acosaba a mamá y a mí. Era escalofriante que un pervertido te mire con su típica cara de "te voy a matar pero lo bien que te la vas a pasar primero". Estábamos asustadas, no sabíamos qué hacer. Justo en ese momento aparece un señor pelilargo con ropas de samurái y una coleta de metro y medio despeinada. - ¡No te les acerque viejo verde que te enteras luego!- le dijo a Vladimir. Esa voz le resultó muy conocida a Mamá y yo ya sabía de sobra de quién se trataba.

-¿Yasuo, eres tú?- le preguntó al espadachín. Al reconocer la voz, Yasuo se volteó a ver y efectivamente la reconoció.

-¿Megumi?- preguntó él. Luego de unos instantes se abrazaron y casi como que lloraron juntos. La familia reunida...

-¡Yasuo, por fin te encuentro cariño!- decía ella llena de lágrimas de felicidad. Era imposible no conmoverse por la escena. Hasta Karthus que estaba por ahí se le caía la lágrima gorda por los ojos que no tiene, quizás luego escriba una canción al respecto.

Estuvieron abrazados casi por dos horas. Luego nos reconoció a Kuroha y a mí, y nos decía que éramos sus invocadores favoritos. Yo no estaba tan contenta, quería respuestas, el porqué de su desaparición y qué hacía aquí en la liga de leyendas.

-Está bien, Reiko, les contaré la historia- me dijo. Acto seguido, comenzó a contarnos su versión de la historia: -¿ves la espada que tienes ahí? Eso había creado un portal que nos condujo hasta Ionia junto con tu tío Yonne. Habíamos entrado a un palacio donde practicamos las habilidades del viento y ahí seríamos futuros samuráis. Íbamos de lo más bien hasta que Noxus atacó y me habían mandado a proteger un anciano. Bueno, a partir de ahí ustedes conocen la historia.-

Como mamá no nos entendía, nosotros le contamos el resto: que luego de luchar había vuelto para dar con el anciano pero lo encontró muerto, que le habían culpado de ello porque lo mataron con la técnica que él utilizaba, que tuvo que matar a su hermano Yonne por esa razón, y así dar con la Liga de Leyendas para cumplir su venganza y perdonar a su hermano por lo ocurrido.

Entre los tres le dimos a papá nuestro más sincero pésame por lo de Yonne. Ahora todo estaba aclarado. Ya era nuestro turno de contar las andanzas, así que nosotros le contamos cómo llegamos aquí, en especial la parte en la que mamá derrotó a Gangplank con un básico.

-¿En serio tu madre hizo eso? ¡Hay que tener fuerza para que un mastodonte de 120 kilos con brazo metálico vuele por los aires de esa forma!- Y es verdad, ahora Gangplank era más pesado porque le hicieron el Rework y tal, y al pobre le pusieron un poco más de relleno en el estómago. Pensar que gracias a él me gustaban las historias de piratas...

Bien, todo resuelto hasta ahora. Lo único por solucionar era el ver cómo regresábamos a casa y si él volvería con nosotros algún día. Ya estábamos a martes y encima tenía que rendir examen de biología este día. Pero no va a poder ser. Nos quedamos con Yasuo esta noche y mañana solucionaríamos todo con Heimer, nuestro Yordle favorito.


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