Para esta zona no teníamos Guía porque supusieron que como veníamos de Japón, conocíamos el lugar "de sobra". Este lugar me recordaba a la clase de historia que tuvimos sobre Hiroshima y la bomba nuclear. Nos dio tanta lástima que mejor quisimos pasar de ese lugar para visitar lo que queda con vida aún. Por suerte los de Piltover y Demacia están limpiando el aire del gas nocivo de Singed para luego reconstruir el lugar a como era antes. Quisimos ayudar así que nos pusimos trajes especiales y empezamos a limpiar. Ellos se tardaron como 2 meses en limpiar apenas un 2% del aire. Mientras más personas seamos mejor. Nos dimos cuenta que este gas era monóxido de carbono con alguna reacción que lo hacía color verde. La solución que había para ello es cerrar toda la red de gas debajo de la ciudad para ver cuantas fugas había. Cuando le dijimos eso a los operarios nos pusimos en marcha y cerramos todo.
Hubo suerte, el gas parecía disiparse por completo y pudimos ver las ruinas. Pudimos ver el templo donde practicaban papá y el tío Yonne, algunas casas destruidas, algunos durazneros florecidos y luego todo desierto.
-Observen estas ruinas antiguas...- decía Kuroha.
-Lo peor de todo es que son ruinas nuevas- dije con cara de póker. Mamá estaba asustada con mi comentario, yo ya sabía de antemano que el ataque había sucedido hace ya como 2 años.
Tuvimos un descanso y merendamos pastelitos hechos por Caitlyn, muy buenos por cierto. Vi y Olaf (que estaban por ahí en Jonia) andaban más juntos que de costumbre. Así que pensé "esta es la mía" y le pedí a mi hermano que hiciéramos de cupido. Nos acercamos a ellos por detrás y cuando estaban a punto de pegarse (porque entrenaban), los empujamos uno contra el otro y se dieron el besito de su vida. Yo estaba contentísima, pero no creo que los protagonistas de la escena "romántica" lo estén, así que con Kuroha echamos a correr como si no hubiese un mañana. Mamá nos detuvo y nos regañó por eso pero valió la pena. Tuvimos que pedirles disculpas a los chicos y así recuperar nuestro karma. Ambos nos sonrieron y dijeron que no había problema y que ya tenían pensado hacerlo en algún momento, nosotros sólo les ayudamos.
Esta noche dormimos al aire libre y bajo las estrellas. Nunca había visto el cielo tan poblado de estrellas desde que nos fuimos a Kioto para ver a la tía Kaede, la hermana de mi mamá. En Osaka tenemos mucha contaminación lumínica y siempre vemos el cielo negro, ni una estrella se ve...
Al día siguiente vimos que gran parte del terreno tenía los cimientos de construcción y despojaron parte de las ruinas ya que varios templos rúnicos se pensaban reconstruir con lo que había, sin otros materiales. El Maestro Yi estaba bastante contento con la limpieza, ya que él y su familia volverían a casa. Él era padre de dos niños, Musashi y Kaede, como nuestra tía. También estaba Wukong, pero ya no son familia, sino que es considerado familiar. En fin... creo que vamos a quedarnos con mamá un par de meses para reconstruir toda la ciudad. Noxus también ayudo un poco a arreglar sus destrozos, enviaron a varios arquitectos noxianos y algunos mercenarios (porque volvimos a ver a Katarina) para Ionia.
A pesar del altercado que tuvimos al principio, la daga siniestra no era como ella dice que es, de hecho, en el fondo tiene su corazón caliente para tanta sangre fría. También volvimos a ver a Shyvana, cuyo trabajo era transportar los materiales desde Demacia hasta aquí. Kuroha estaba enamoradísimo de la dragona, aunque nunca la vio de cerca. Mamá ya era sabido que estaba enamorada de Yasuo aunque noconocía el juego, claro está porque son marido y mujer. A mí el que me gustaba bastante era Xin Zhao, pero no lo suficiente como para enamorarme. Lo peor es que yo veo la vida desde un corazón y no me enamore de nadie en mi vida, es muy curioso. En fin... nos queda el desierto de Shurima, la tundra helada de Freljord y la ciudad tecnológica verde lima de Zaun. Pero primero pasaremos por Legendville otra vez para ver cómo va ese portal que nos llevará a casa.
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Travesía en Runeterra
FanficNadie sabe lo que le espera a Reiko y su familia por el mundo de Runeterra, pero algo es seguro, están por vivir una gran aventura y un reencuentro inesperado sucede entre Mamá y uno de los personajes de aquél lugar. Reiko, una niña normal de 16 año...