La ayudante del entrenador

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¡¡RIIING!!

El sonido de la alarma anunció de manera tan puntual como siempre, que ya era hora de despertar. Yesil se levantó muy enérgica y feliz, pues iba a ser un gran día, por lo que rápidamente fue al baño e hizo su aseo personal, y luego se dirigió a la cocina para desayunar.

-Buenos días hija, ¿Cómo amaneciste? -dijo su madre Susan Pérez mientras le servía un plato de sándwiches y jugo de naranja-. Te ves muy contenta.

-¡Buenos días mamá! Estoy de maravilla, ya que hoy iré a hablar con el entrenador de básquet para ver si puedo ser su ayudante. -respondió alegremente dándole un mordisco a su sándwich.

-¡Oh que bueno hija! -exclamó la señora-. Me alegro mucho por ti querida, espero te vaya muy bien.

-Gracias mamá. -contestó Yesil colocándose de pie y agarrando sus cosas-. Entonces nos vemos más tarde.

-Esta bien, que tengas un buen día, suerte.

Salió de su casa y la mañana estaba muy linda, el sol estaba radiante, el cielo azul con algunas nubes como los algodones, y se escuchaban los pajaritos cantando sus lindas melodías. Las personas yendo a sus trabajos y jóvenes a sus colegios.

Ella estudia en una secundaria privada, una institución de muy buena calidad, extremadamente grande, que queda en el centro de la ciudad de Madrid; donde se pueden practicar varios deportes y actividades extra-escolares, pero el mas destacado entre los chicos es el básquet y el fútbol.

Al poco tiempo de llegar, los alumnos entre carcajadas y gritos entraron a sus respectivas clases. Yesil se dirigió de inmediato a su salón, que quedaba en el segundo piso, al entrar se sentó en su pupitre a esperar que llegara el profesor, mientras tanto sacó su cuaderno y lápiz para la clase de Biología, una de sus favoritas.

Pasaron las horas un poco lento, o eso creía ella, pues estaba tan ansiosa de que llegara la hora de salida, que no paraba de ver su reloj. En el receso se sentó en una mesa alejada, donde ya estaba su única amiga; Lucero Marqués, la conoce desde hace años y siempre han estudiado juntas, tiene el cabello rubio, ojos de un hermoso color avellana y es de la misma estatura que Yesil.

-¡Hey! Hasta que por fin llegas. -reprochó Lucero dándole un sorbo a su jugo.

-Hola amiga, estoy muy bien, gracias... ¿Y tú? -dijo con ironía.

-Estoy de maravilla, gracias -Mofó para luego reírse-. Ya siéntate y cuéntame todo.

-Bueno, ayer en la salida Patrick me pidió que fuera la ayudante del entrenador...

-¿Y qué le dijiste? -preguntó la castaña interrumpiéndola.

-Si me dejas hablar -dijo con molestia-. En fin, le dije que sí y pues hoy en la salida iré al gimnasio para solicitar el puesto.

-¡Enhorabuena! Ya podrás estar más cerca de tu amado. -expresó con picardía mientras levantaba repetidas veces las cejas.

-No lo hago por eso, sabes que soy fanática del básquetbol.

-Sí, como tú digas -respondió con fastidio-. Vamos a clases.

Las dos chicas se fueron a su próxima clase y cuando por fin sonó el último timbre que anunciaba el final de las clases, la pelirroja salio prácticamente corriendo al gimnasio, para así poder hablar con el entrenador.

Al entrar solo había un señor de baja estatura, un poco encorvado, de cabello muy blanco y con bigotes, en su rostro se notan muchas arrugas que dan a relucir la edad que tiene.

-Buenas tarde entrenador Ramos -dijo poniéndose al frente del señor-. Yo soy Yesil Nivans...

-Hola señorita Nivans, sé muy bien quién es usted... -el entrenador la interrumpió con una gran sonrisa-. El joven Reyes ya me había comentado sobre usted.

"Al parecer todos hoy me quieren interrumpir" pensó la chica.

-Señor, me gustaría ser su ayudante -pidió un poco nerviosa-. Siempre me ha gustado el básquet y se muchas cosas de él. Por favor permítame ser parte del club.

-Por supuesto que me encantaría, siempre te he visto en todos los partidos -respondió tranquilamente-. Empiezas mañana después de clases, se puntal.

-Entendido entrenador Ramos, aquí estaré muy puntual. -afirmó Yesil muy contenta.

Se despidieron y la pelirroja salió muy emocionada por lo que acababa de escuchar, seria la ayudante del entrenador; aunque no pudo evitar pensar en que eso significaba que estaría mucho más cerca de Patrick. Pero sacó esos pensamientos de su mente, ya que no quería atormentarse con ese tipo de cosas, aunque de igual forma empezaba a tener una pequeña esperanza de que cambiarían las cosas entre ellos.

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Hola, gracias a los que se tomaron la molestia de leer el primer capítulo. De verdad se los agradezco con todo el corazón :D <3 ... El siguiente estará muy bueno.

Subiré un capitulo diario (eso intentaré). 

Besos y abrazos !!


Enamorada de un Insoportable ChicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora