Tus ojos verdes oasis para mi sed.

El fin.

Llego a casa y abro el sobre que me había dado en el aeropuerto. Había una carta.

"Querido salame, gracias por todo. Tuve el placer de compartir mis andanzas con un guerrero que con su corazón da batalla. No sabes lo mucho que me dolió ver tu reacción cuando te dije que me iba con mi viejo. Me dolió saber que estabas mal por mi culpa, me dolió saber que yo era la causante de que los ojos morochos más lindos que vi se hayan llenado de lágrimas. Solo te pido que de ahora en más seas feliz, completamente feliz. Te pido que no dejes nunca de brillar porque eso me pone bien cuando estoy un poco mal. El Indio dijo que el amor es el deseo de un bien para el otro. Yo si sentía amor por vos y jamas lo quise admitir pero si, te amaba con locura. Amaba tu sonrisa, tus lunares, tu forma de ser, tus tatuajes, la pasión con la que me hablabas de los redondos, te amaba a vos. Y por eso no quería que te enamores, porque yo sabía que iba a llegar el momento en el que me tenía que ir y te iba a lastimar, yo solo quería el bien para vos. Quiero tocar tu cielo, reinar en tu reino y enloquecer con vos. En esta carta te quiero pedir que te quieras, que te cuides, que te protejas, que te mimes, que te sientas, que te ames, que te disfrutes y hacerte saber que desde lejos te quiero, te cuido, te protejo, te mimo, te siento, te amo y te disfruto. ¡Nos vemos ricotero, no se cuando pero te prometo que te voy a buscar! PD: fijate lo que te deje en tu escritorio."

Me seco las lágrimas, abro el cajón de mi escritorio y allí estaba... La página final de su libro, tan azul. Y me doy cuenta que soy feliz con el simple hecho de haberla tenido en mi vida, lejos o cerca siempre va a ser el amor de mi vida.

"Ahora ya no sé si vas a poder leer esta carta, pero igual siento como una necesidad de decirte que yo contigo he sido más feliz de lo que en los libros dice que se puede."
-Eduardo Galeano.

Fin.