Capítulo 11

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-Volveré solo cuando sepa más sobre mi vida pasada y si ese pasado no te daña...
O-Adiós...
Mi corazón estaba totalmente despedazado... No sabía que hacer, no podía quedarme, pero si quería... Me había vuelto tan mala y miserable como las personas que pasan lastimando a las personas con su voz, como esa gente que no les importa gritarle groserías a los demás... Pensaba que mi vida había terminado aquella noche oscura... Al irme yo sabía que estaba renunciando a las miradas de Omar, sus abrazos, sus palabras silenciosas que tanto estremecían mi corazón... Cuando él pasaba sus manos por mi cabello, mis pensamientos se paralizaban, no podía sentir temor y simplemente bajaba la guardia... Dejaba que los sentimientos fluyeran, que el viento hiciera su trabajo y que la luz de la luna dejara al descubierto nuestros rostros... Mis lágrimas comenzaron a salir como diluvio en una noche sin luna y sin estrellas que adornen el cielo...
E-Hola Cathrine ...
Rodé los ojos
E-Oye enserio perdón por lo de hace un momento... No se sí sepas que algunos tenemos días malos...
Lo ignore y seguí caminando
E-¿A dónde vas?
Enserio en ese momento mis emociones estaban desordenadas por completo... No quería hablar con nadie y menos con Esteban...
E-Te acompaño...
Negué y seguí caminando
E-Yo no te pregunté, yo dije lo que voy a hacer... Te voy a acompañar a donde sea que vayas...
Le hice una mueca como preguntándole por que...
E-Tranquila no te voy a hacer nada...
Traté de impedir que me siguiera, por que quería estar sola y que nadie pudiera encontrarme... Volví al lugar en donde me encontraron hace unos meses... No logré hacer que Esteban dejara de seguirme él era como un chicle...
E-¿Qué hacemos aquí?
-No te importa... Te puedes ir ahora...
E-Que hostil eres... Y no me voy por que no me quiero ir...
-Por favor Esteban, quiero estar sola...
E-¿Por qué?
-Es mi vida privada, pero si quieres nos vemos mañana aquí mismo...
E-Esta bien...
Obviamente tenía planeado desaparecer de ese lugar para no tener que hablar con Esteban... Pasaría allí la noche, con el frío pegándose a mi piel... El agua helada rosando mis pies... Y la tristeza hospendándose en mi mente y corazón...
Me levanté asustada y algo confundida por lo que pude ver en mi sueño...
ŠÛĖÑŌ:
-Eres una niña hermosa cariño, te amo y siempre te cuidare amor...
-Te amo mamá...
Podía ver una hermosa niña con un largo cabello riso, pelirrojo, con unos grandes ojos esmeralda... Y una mujer con una mirada que yo no he vuelto a presenciar desde hace mucho tiempo, una sonrisa tan hermosa y cálida nunca antes vista... Una mujer con pelo corto y negro de tez blanca como la nieve junto a un hombre que admiraba a sus dos tesoros... La tierna mirada de la niña era una arma mortal, solo una mirada de esa pequeña niña podría enamorarte y marcarte...
Tomé mis cosas y caminé sin rumbo y lo suficientemente lejos de aquel lugar oscuro y deprimente...

Todavía no es tiempo de ver al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora