Capítulo 7

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Al entrar a la casa pude ver cenizas por todos lados... Podía imaginar que pasó aquí... Habían unas escaleras incompletas así que, no subimos... Salimos de aquel lugar, y nos dirigimos a una casa que estaba cerca... En la casa había una señora de unos 85 años... Saqué mi libreta y comenzé a garabatear...
-Buenas tardes Señora, mi nombre es Cathrine y estoy buscando mi familia...
-Buenas tardes jovencitos...
-¿Hace cuánto pasó ese accidente?
-No fue un accidente y ocurrió hace 13 años...
-¿La familia que vivía ahí?
-Logró salir de allí... Pero su niña "desapareció"
-¿No sabe a dónde se fue esa familia?
-No, lo único que sé es que se fueron muy lejos de aquí...
-Gracias...
-De nada...
O-¿Estás bien?
-Sí
O-Vámonos
Asentí
Omar encsendió el auto y manejó hasta llegar al cine... Lo miré extrañada...
O-¿Que? Quiero ver una película....
-Me hubieras avisado...
O-Lo decidí mientras manejaba...
Nos bajamos del auto y Omar pagó las taquillas y los refrescos... Escogimos ver Bob Esponja (lo sé es ridículo pero me da igual)...
...
-La pasé bien en el cine...
O-Yo también...
-Gracias...
O-No es nada...
-¿Crees que mi familia ...
O-No te preocupes, los encontraremos...
-Eres bueno cuando quieres...
O- :)
Tal vez se preguntarán donde está la mamá de Omar... La verdad es que me gané su confianza y ella decidió irse del país con la hermana, dejándonos la casa a Omar y a mi...
-Me iré a dormir hablamos mañana...
O-Ok...
Me dí una ducha y me acosté en mi cama... Imágenes comenzaron a aparecer, era una casa, que se estaba quemando... Pero algo me sacó de mis pensamimtos... Era Omar , se acostó a mi lado... Me miró y tomó mi mano... Lo miré extrañada, pero después cambié mi mirada por una pequeña sonrisa... Quería decirle algo que saliera de mis labios, pero no podía, no debía... Todavía no era tiempo para abrir mi boca... Iba a escribirle pero tampoco lo hice y dejé que las palabras fluyeran por el viento que entraba por aquella ventana que dejaba entrar los pequeños rayos de luna que alumbraban nuestros rostros... Podía sentir como nuestras almas se buscaban juguetonas... Omar se cercó lentamente y depositó un beso en mi frente y otro en mi mejilla... Sus labios eran suaves como el viento, dulces como la miel... Lo abrazé y el repondió igual... Estuvimos abrazados hasta quedarnos dormidos...
...
Abrir los ojos por las mañanas y ver a Omar a mi lado se sentía bien... Como lo dije una vez, Omar se veía inrresistible dormido... Mientras pasaba mis dedos delicadamente por el cabello de Omar, volvieron las imágenes de aquella casa quemándose...

Todavía no es tiempo de ver al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora