— ¿Por qué no puedo tener yo un hermano?
—Son demasiadas preocupaciones, Cheryl, no creo que te gustase. —dijo el padre Damian, ayudando a la chiquilla a partir su comida en el plato.
—No entiendo... Thomas y Aldrin se llevan muy bien, no parecen preocupados. —repuso la pequeña, cruzándose de brazos meditabunda, sin entender aquello. Damian dejó su tarea y se acuclilló para quedar a mejor altura con la rubita.
— Mira, Pequeña, la familia es un gran regalo. Pero la gente como nosotros no se puede permitir mantenerlo; es hermoso de tener, pero no hay dolor más grande que el que experimentas cuando pierdes a un ser querido. —suspiró y revolvió el pelo a la niña.
— ¿Por eso yo no tengo familia?
— ...
Ahora...
—A-Aún hay tiempo...
Cheryl se rascaba con inquietud el vendaje del hombro izquierdo. Miró a Dean, tendido sobre la cama. Tenía un aspecto horrible: estaba lívido como el papel, y los ojos hundido en las cuencas y ensombrecidos, dándole un aspecto cadavérico. Los ojos del cazador se dirigieron cansados hacia ella, alzando vagamente las cejas; los dedos de su mano se movieron buscando los de la chica, que en seguida los entrelazó a los suyos.
La rubia acercó la silla a la cama, acariciando con otra mano el pelo del de ojos verdes, que sonrió débilmente sin mediar palabra. De hecho, Dean apenas hablaba ya. Ella no sabía si era efecto de aquella marca o que tenía tal cansancio que sus cuerdas vocales no respondían. Y eso le partía el corazón.
Masajeó el dorso de la mano de Dean con el pulgar y le sonrió débilmente. Sin embargo, el pitido de la máquina que tenía al lado la irritaba de sobremanera. Cuando el cazador había comenzado a sentir que aquella parálisis se extendía, lo habían trasladado al hospital más cercano que hubiese cerca del búnker.
—Tú estás cómodo, ¿no, Big Boy? —Dean parpadeó en respuesta, asintiendo lentamente con la cabeza.— Bien...
¿Y Sam y Castiel? Tras la emboscada de la última vez, habían estado más reticentes a invocar demonios, pero el menor de los Winchester no lo había dejado de intentar. Castiel, en calidad de ángel, lo acompañaba la mayoría de las veces tras confesar Cheryl su relación con Crowley.
"¿¡Cómo pudisteis caer tan bajo!?"
La confianza con Sam se había resquebrajado. No era difícil sentir la tensión cada vez que ella y el menor de los Winchester se encontraban en la sala, pero por suerte, tenían la preocupación por Dean y la compañía de Castiel en común.
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[Sobrenatural] || Ala blanca, ala negra
FanfictionEsta novela será un fan-fiction en relación a la serie de televisión 'Sobrenatural' / 'Supernatural'. Se irá modificando la descripción según avance el proyecto. La historia comienza con el nacimiento de Cheryl. Ella es un milagro y una maldición a...