Tengo un Moustro en Casa

Tres Años después...

Elisenda ha comenzado a tener sueños extraños e inexplicables; su madre piensa que esos sueños tienen algo que ver con los dones que ella tiene, así que solo la tranquila con un<<Tranquila pequeña, con el tiempo lograras entender cada sueño>>

Elisenda cada noche se despierta llorando, desesperada con su corazón acelerado como si fuese corriendo por largas horas. Su hermano mayor, Connor, es muy unido a ella, es el hermano mayor que toda chica quisiera tener, atento, amoroso, delicado y celoso con ella; Cada noche Connor va a dormir con su hermana para que se sintiera segura. A veces cuando Elisenda no puede dormir para nada él le canta, pues Connor tiene una voz angelical, no se compara con ningunos artistas famosos que muchos están acostumbrado a oír, su voz transmitía paz, y lograba que te llevara a otra dimensión, a otro nivel en donde solo existes tu junto a la voz de Connor y sin duda alguna eso hacia descansar a Elisenda. Quien cuida de ella es Connor, aunque tan solo tiene seis años de edad está muy atento a Elisenda, de que ella tome su siesta, de que tome las aspirinas cada vez que le corresponda, y cuando ella tiene hambre se encarga de decirle a la Bedel de que su hermana tiene hambre.

Sus padres viven constantemente trabajando, y casi nunca ven el rostro de sus padres, y están comenzando agarrarle más aprecio a la bedel que a sus propios padres.

Así pasaron los años, ellos trabajando, Connor siendo el mejor hermano del mundo, Elisenda tratando de dormir por las noches y la bedel cuidando de ellos como si fuesen sus hijos.