Tengo un Moustro en Casa

Diez Años después...

Evangeli ha quedado embarazada nuevamente de un pequeño que llevara por nombre Jonathan. Elisenda aun tiene pensado llevar a su pequeño al ritual, aunque ve cosas raras en su pequeña, y recuerda claramente aquellas palabras de su madre antes de morir, y estas cosas ponen en duda sobre su decisión al llevar a Jonathan al ritual. Ella siente que Elisenda sufre un poco, pero no ve lo que en realidad ocurre cuando ella no está en casa, lo que Connor tiene que hacer para que su hermana pueda dormir tranquila.

Ya Elisenda con 13años de edad y Connor con 16años. A ambos le va bien en la preparatoria, Elisenda acabo de ingresar, pero Connor se encarga de que su hermana se sienta a gusto con este nuevo ambiente, se ocupa de que todo marche en perfecto orden. Muchos se han preguntado de porque tanta atención de Connor hacia su hermana, pues él sabe que nada en ella está marchando bien y que tarde o temprano aquello que tan solo lo ven como pesadillas se volvería algo mayor que atormentaría a Elisenda si no sabe cómo controlar esta situación.

Evangeli y su esposo Patrick están muy contento con la llega de este nuevo bebe, aunque no está aun en sus brazos se alegra mucho de que Evagenli este en estado. Esta familia es muy unida, unos velan por otros, y aunque sus padres no pasen todo el tiempo en casa, no ven lo que su hija sufre, igual cada fin de semana tratan de dedicarle tiempo a Elisenda y hacer que se sienta de maravilla, tratan de alejarla de todas aquellas pequeñas torturas, que muy pronto ya no serán tan pequeñas como parecen.

Con el tiempo las cosas comenzaron a empeorar, no solo tiene pesadillas si no que comienza a ver sombras, escucha algunas cosas pero no sabe definir que es, nada que ella pueda entender. Al dormir siente que cae en un hueco negro sin fin, siente como su corazón de acelera, como la brisa lastima su cara, y la única manera que deje de sentir esa sensación es que despierte, pero aunque ella quiera despertar no puede y se desesperar al querer despertar pero no poder. La primera vez que sintió esto pensó que ya había muerto, que caía en un hueco y era tan oscuro que lo relaciono con un túnel que la llevaría al fin de todo esto (el infierno), su corazón se acelero terriblemente, pensaba en que jamás volvería a despertar, la brisa que chocaba con su cara la ahogaba y sentía como literalmente se quedaba sin respiración, pero de repente... Pusf despertó y se dio cuenta que tan solo fue como una especia de sueño, aunque todo lo que le paso lo sintió literalmente, a la segunda sintió algo parecido, solo que sabía que despertaría, cuando, no lo sabía, pero si sabía que tarde o temprano lo haría, la tercera fue un poco más calmada, hasta que poco a poco comenzó a controlar esta situación.

Todo esto extraño que le pasa Elisenda lo está controlando un poco más, su hermano la ha ayudado un montón, y más ahora que está en el School y no quiere que parezca una chica demente. Sus ojeras cada día aumenta mas y mas, su aspecto se va tornando de una chica psicópata. Su hermano se encarga de arreglarla, la maquilla y la peina para qué valla un poco mejor al School, hace lo posible para que su apariencia mejore.

Aunque Elisenda tiene 13 años de edad, todas las cosas que han ocurrido ha destruido su mente, y las amigas que tenia, que sabia un poco de su locura, unas se mudaron y otras poco a poco se fueron alejando de ella; el tiempo y la enfermedad iba empeorando a Elisenda, tanto como en lo físico como en su mentalidad.

9meses después...

Ya han nacido Jonathan. Elisenda y Connor tomaron este nacimiento normal, no se molestaban por este nuevo miembro ni tampoco se alegraban, pues se sentían bien así como estaban pero no rechazarían esta criatura que vino al mundo.

Con brazos abiertos reciben a este bebe, pero a Connor le molesta un poco que su madre quite el tiempo de compartir con su hermana para poder ayudar con el bebe, Elisenda no le presta atención a esto porque cada día se aferra mas a la soledad.