Lovesick → Zelo (B.A.P)

Capítulo 9: Ella.

Capítulo 8 – Ella.

[Si tan sólo pudiéramos tirar el odio

La vida sería más fácil

Demi lovato ft. Jason Derulo -Together.]

Los chicos me tuvieron que convencer de ir a ver a Dohee, la verdad no quería ir debido a la escena de la última vez. Me sentía tan culpable y sentía que no merecía estar en ese lugar.

— Vamos a ir todos. — Dijo Daehyun. — A Dohee no le importaría, recuérdalo, jamás guardaba rencores.

Y era cierto. Tomé mi chaqueta y me dejé guiar por los demás, no tenía muchas ganas, pero tenía que hacerlo. Todos estaban reunidos en la habitación y escuchaban música mientras le contaban anécdotas a ella.

— Ahora, díganme algo de Dohee que les gusta.

Todos empezaron a decir diferentes cualidades y reían con algunas bromas que nos hizo los semestres pasados, ella era la más bromista de la clase.

— ¿YoungJae? — Preguntó Hyomin. — ¿Qué es lo que más te gusta de Dohee?

— Su humildad. — Contestó sin pensarlo.

— ¿Humildad? ¿Por qué?

— Ella siempre estaba ofreciendo ayuda a todos, ¿Nunca la vieron?

— ¡Yo sí! Una vez compró comida para un señor.

— Yo la vi dejando una bolsa con comida para tres personas que estaban dormidas en la calle.

— ¿Siempre dejaba comida? — Preguntó Daehyun.

— Dijo que era mejor comida porque el dinero no sabía en qué lo gastarían.

Sonreí al recordar sus buenas acciones, sin duda, Dohee era, es y será un ángel. Siempre ofrecía ayuda a personas quienes lo necesitaban, a sus amigos, compañeros, y si no tenía nada que ofrecer, siempre regalaba alguna sonrisa que endulzaba el día de cualquiera.

Salimos a un viaje escolar y antes de agarrar carretera, llegamos a un lugar a comer hamburguesas. Todos comían sin preocupaciones y cuando un niño entró pidiendo dinero todos lo ignoraron menos una persona.

Dohee se puso de pie, atrayendo todas las miradas de lugar, recuerdo a la perfección lo que le dijo.

— ¿No quieres una hamburguesa? — Preguntó mientras se hincaba para estar a su altura.

— Mmm sí. — Confesó apenado.

— De acuerdo, vamos a pedirlo. — Le dio la mano y lo llevó al mostrador.

— ¿Puede venir mi hermano? — Preguntó mientras veía hacia la puerta.

— ¡Claro! — Contestó Dohee.

A los minutos, él llegó agarrado de la mano de otro niño aún más pequeño. Dohee compró hamburguesas para las dos (Incluso las más grandes, con soda y papas) y ambos se fueron felices y agradecidos.

Todos vieron asombrados la escena, sin duda fuimos unos egoístas. Nosotros lo tenemos todo y fuimos tan egocéntricos que no le otorgamos ni un centavo al pequeño, pero ella, ella fue diferente.