Lovesick → Zelo (B.A.P)

Capítulo 1: Accidente.

Capítulo 1 – Accidente.

[Lento, muy lento, caí a la tierra sobre mis rodillas

Así que no te enamores, hay mucho que perder

Si te das la oportunidad, te pido que elijas

Caminar lejos, caminar lejos, no dejes que te alcance

Solo te digo esto porque

La vida puede hacer cosas terribles

Mayday Parade – Terrible things.]

Esperábamos impacientes la hora de salida, todos movían sus lápices rápidamente en un intento de alcanzar a copiar todo lo que estaba escrito en el pizarrón, la campana estaba a punto de sonar, solo faltaban tres minutos y listo seríamos libres. La puerta se abrió y vimos a nuestro director a lo que todos se pararon y se inclinaron para recibirlo con respeto, él asintió y nos indicó que tomáramos asiento.

— Buenas tardes jóvenes, ¿Listos para el fin de semana?

— Sí. — Todos respondieron en coro, emocionados.

— Bueno. — Agachó la cabeza un tanto triste y ahí supimos que algo no estaba bien. — Su compañera Dohee ha faltado mucho a clases, ¿Cierto?

— Sí. — Comentó Yongguk. — No viene desde el miércoles.

— Bien, por eso mismo he hablado a su casa para ver si todo estaba bien, si estaba enferma.

— ¿Y? — Preguntó alguien, impaciente.

— El miércoles salió de su casa como es su costumbre, el semáforo estaba en verde y ella aceleró, pero un carro se pasó el alto con mucha velocidad y no alcanzó a frenar...

— ¿Ella está bien? — Pregunté ansioso, algo me molestaba en el pecho.

— No, está muy grave en el hospital, necesitan donadores sangre tipo A-, si alguno de ustedes es de este tipo favor que acudir al hospital general o llamar a sus padres. — Tomó un plumón y empezó a escribir en el pizarrón los números. — También corran la noticia, es muy importante. ¿De acuerdo?

El salón solo asintió. La campana sonó pero nadie se movió, todos estaban sumidos en sus pensamientos, pensando en la risa y alegría de Dohee, siempre hablando, sonriendo, saludando a todos, haciendo bromas y abrazando a los demás. Se escucharon unos lloriqueos por el salón, eran las chicas. ¿Quién iba a creer que eso le pasaría a una compañera? ¿A una amiga? Todos estábamos enojados, no fue su culpa, sin embargo ella era la que estaba gravemente herida.

Volteé a ver a todos, no sabía que decir, amaba ayudar a los demás, pero para mí mala suerte nadie de mi familia era el tipo de sangre de Dohee. Me puse de pie en medio del salón.

— Ya escuchamos, necesitamos hacer algo, Dohee es más que una compañera.

— ¿Alguien es sangre A-? — Preguntó uno de mis compañeros al tiempo que se ponía de pie y pasaba al frente conmigo.

— ¡Yo soy! — Gritó alguien al fondo. — Iré a donar hoy, pero, ¿Qué tal si necesitamos más de la que pensamos?

— ¡Cierto! — Troné los dedos. — Todos anoten mi número. — Lo anoté en el pizarrón. — Si tienen algún familiar o amigo que tenga este tipo de sangre me tienen que mandar un mensaje lo más pronto posible, ¡Ya escucharon! Dohee está muy grave en el hospital, ¿Ella no haría lo mismo por nosotros?

— ¡Sí! — Se escuchó un animado coro.

— ¡Entonces tendremos que hacer que sane rápidamente! ¡Vamos! Es el último año, estamos a tres meses de graduarnos, ¡Ella tiene que vivir eso y muchas otras cosas más!

— ¡Sí!

Todo el mundo se paró más animado y al salir del salón empezaron a mandar mensajes y hacer llamadas para ir al rescate de Dohee. Sólo espera, iremos por ti.

El plan había comenzado, los mensajes fluyeron como un río, en poco tiempo tuvimos más donadores quienes brindaron suficiente sangre para Dohee. Pensamos que todo estaría bien, ella volvería a la escuela en poco tiempo, lista para superar esta dura prueba, terminar la escuela e ir a la Universidad... Al menos eso creímos.