Capítulo tres.

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Una semana después.

Una semana después

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Rachel

El golpe de la puerta de mi habitación aturde mis oídos.

  - Rachel de pie, se hace tarde- susurra mamá a través de la puerta.

Saqué un pie de la cama y luego el otro con más dificultad que el anterior. Me pone de mal humor levantarme temprano, a no ser que sea junto a una buena dosis de cafeína. Debo admitir que el primer día de universidad me agradó tener clases por la mañana, el segundo día también, el tercero de igual forma, pero ahora que es mi segunda semana, no me agrada para nada la idea de que todo el resto del año será igual.

Caminé hacia el baño haciendo la rutina de todos los días; aseo personal, necesidades y vestirme sin morir en el intento.

Una vez que estaba lista observé por mi ventana para ver como se encontraba el día; nublado, como siempre. Tomé un suéter de algodón color rosa pálido y enseguida busqué la caja con los instrumentos para el experimento de química. Una vez que la tenía en mis manos bajé las escaleras.

Al llegar a la cocina encontré a mamá esperándome con mi vaso de café con crema listo para llevar. Deposité un beso en su mejilla y uno en la mejilla de Peter.

- Si te sigues levantando tarde tendremos que pagarle a una grúa para quitarte de la cama- dijo Peter sonriendo mientras sostenía el diario sobre sus manos. Alcancé a divisar como en la portada citaba ''nuevo desaparecido en vancouver''

- Ja, ja. Muy gracioso- caminé hasta la canasta de frutas y cogí una manzana roja- bien, me debo ir voy atrasada- dije tomando la caja nuevamente.

- Rachel cariño, ¿llevas tu cuaderno de dibujos?- mamá elevó una ceja sonriendo.

- Sí, está en mi bolso. Nos vemos en la tarde, ¡los quiero!-respondí.

Tomé la caja cuidadosamente con una mano y con la otra sostuve mi café. Caminé hacia el coche de Peter y guardé la caja en el asiento de copiloto. Una vez arriba guardé el café en el porta vasos y conduje hasta la universidad pensando en los dibujos que hice sobre Jared.

(...)

Me tomó varios minutos encontrar un lugar en donde aparcar ya que una cantidad enorme de autos y estudiantes invadía por completo el estacionamiento. Pero finalmente lo logré. Caminé a pasos largos hasta el salón de química y me senté en uno de los asientos de la segunda fila. Deposité mi caja sobre la mesa y una vez que llegó el profesor todos comenzamos a sacar nuestros implementos.

Desastrosa Tentación. #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora