Nuestro secreto

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Entonces comenzó a escribir...

Carta 1

Los ángeles, 4 de Abril

Mí Querida:

De repente caíste al suelo, desvaneciendote entre mis brazos ,cómo si fueras una hoja de papel, he perdido la cuenta de las veces que sucede, me comentas que todo está bien cuando nos volvemos a ver, te inventas alguna excusa para tranquilizarme, te has vuelto más delgada, dejando de comer cosas que antes amabas, me dices que sólo estoy dramatizando al hablar sobre tú salud.

Te amo.

Sin remitente.

Carta 2

Los ángeles, 12 de Abril

Mí querida:

Pasaron varios días desde la última vez que me enteré de tú desmayó, dejaste de contestar a mis cartas, qué siempre respondías a penas llegaba. No dejé de intentar y un día de esos tuve suerte, contestaste, una alegría recorrió todo mi cuerpo, noté que la escritura era temblorosa, cómo si te esforzaras al escribir, en ella, expresabas cuánto me amabas pero que debíamos terminar, tener otras vidas, olvidarnos para siempre y no sufrir cuando esto sucediera. No lograba entender el por qué de tus palabras, sentí mi corazón partirse en mil pedazos.

No dejaré de amarte.

Sin remitente.

Carta 3

Los ángeles, 20 de Abril

Mí querida:

Los días han pasado y no sé nada de ti, he pensado que me has olvidado, aunque yo no dejo de pensarte. Me armé de coraje y me decidí por ir a tú casa, un error que no me arrepiento de haber cometido, llegando vi a muchas personas, pensé que había alguna reunión familiar, era el momento perfecto para preguntar por ti, en cuanto entre, tú padre, tan amable como siempre, me sonrió con tristeza y sus ojos llenos de lágrimas, me abrazó con fuerza disculpándose por no haber vencido aquella enfermedad mortal, al dejar de abrazarme me guió a la sala, dónde todo cobró sentido, descansabas dentro de una cama cerrada con un vidrio, el cuál era lo único que me permitía verte, durmiendo en un sueño eterno, sabía que jamás ibas a despertar, mí querida ángel por fin has despegado tus alas al cielo y volarás sin mirar atrás, mis lágrimas rodaron por mis mejillas, tuve miedo de perderte pero jamás pensé que sería de esta forma.

Te extraño.

Sin remitente.

Carta 4

Los ángeles, 27 de Abril

Mí querida:

Hace una semana que dejaste este mundo, me aislé. Amigos y familiares intentaron levantarme el ánimo, me obligaron a salir de mi mundo, pero me fue muy difícil, cada día caía de nuevo con la misma piedra, pensaba en quedarme en cama y jamás despertar cómo tú lo habías hecho, lloré y vociferé a dios reclamándole el por qué te había llevado lejos de mí, le exigí que regresaras conmigo,la ira y el odio me cegaron haciéndome creer que todo era un sueño del cuál no me dejaban despertar, iba todos los días a tu casa preguntando por ti, siempre me respondían lo mismo, les grite mentirosos preguntándoles por que lo hacían.

Sin embargo, me di cuenta de que sólo estaba creando un mundo irreal y entré en una terrible depresión.

Vuelve.

Sin remitente.

Carta 5

Los ángeles, 28 de Abril

Mí querida:

No pude cumplir con lo último que me pediste, no encuentro una mujer que no me haga recordarte, he lastimado a muchas personas por eso, me es injusto saber que te fuiste de mí vida en un abrir y cerrar de ojos, desearía haber pasado más tiempo a tu lado para volver a ver tú sonrisa, se que ahora es imposible y eso es lo que me da tristeza. Mí vida dejo de tener sentido e intenté varias veces suicidarme, sin embargo, en esos momentos sentía una brisa con el leve olor de tú perfume de rosas que tanto amaba, es como sí acariciaras mi mejilla, calmándome por dentro.

Traté de distraerme investigando cuál fue la enfermedad que te arrebato de mí lado, les pregunté a todos tus familiares quienes nunca respondieron a mis preguntas, llegué a pensar que todo esto era una horrible pesadilla, quería despertar y poder verte a mi lado.

Cuídate.

Sin remitente.

Carta 6

Los ángeles, 30 de Abril

Mí querida:

Mí familia me apoya y se que me cuidas en el lugar que te encuentras. Ahora me encuentro leyendo todas las cartas que recibía de ti, cada una de ellas impregnadas con tú olor, de nuestros momentos. Todas ellas las queme poco a poco, así nadie se enterará de nuestro secreto, pues será llevado conmigo hasta la tumba. Para todos fuimos sólo amigas, pero en realidad, llevamos nuestra amistad aún más lejos, quien diría que nos enamoraríamos de alguien del mismo sexo, fuimos un pecado para la iglesia, pero lo único que hicimos fue amarnos, escondidas ante la sociedad, nadie se imaginaria todo lo que nosotras vivimos.

Adiós.

Sin remitente.

La chica dejó de escribir, colocó aun lado la pluma y guardó las cartas qué había escrito en unos sobres, tomó varios globos y salió de su casa, caminó hasta llegar al globo aerostático qué había alquilado, una vez estuvo en lo alto y lo suficientemente lejos, amarro las cartas a los globos y los dejó irse, observando como se elevaban al cielo.

-Espero leas mis cartas, en ellas, va nuestro secreto... - susurro la chica. En ese momento una brisa revolvió su cabello con el leve olor a rosas, una lágrima rodó por su mejilla, a pesar de eso, sonrió con melancolía hacia el cielo.

~Fin~

Las cartas de nuestro secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora