La voz vuelve a hablar una y otra vez.
-Kerd!!
-Si?
-Dios. Mujer me tienes con en Jesus en la boca.
-Por qué?
-Te he ido a buscar al apartamento y no me has respondido. He tenido que llamar a tu madre para que me de información y sabes que tu madre, sin ánimos de ofender, pero es rara y me da miedo.
Recuerdo cuando Rayda conoció a mi madre. Fué el mayor caos que he visto y creo que la guerra mundial no fue nada comparado con ello. En ese momento supe que Ray tenía miedo algo y ella afirmaba no temerle a nada incluso a los Nazis, cosa que ya no tiene mucha importancia, pero con mi madre, estoy segura que Ray se meo en los pantalones y eso que esos jeans eran sus favoritos. Todo ese día fue muy épico.
Me levanto y salgo de mi cuarto para abrirle la puerta. Ella me abraza fuerte, pero se da cuenta de su error cuando mi cuerpo se tensa. Nadie me ha abrazado en años y sinceramente desde hace mucho que ya no los necesito. Aprendí a sobrevivir por mi misma. Aprendí que nosotros no vivimos de los comentarios de la gente. Aprendí a cerrar mis oídos ante las críticas de los demás pero no puedo decir que ya dejen de doler, aún pienso que ellos un día pueden volver a hacerme caer. La gente piensa que porque alguién pone una sonrisa en su rostro ya es feliz, pero nunca se detienen a pensar, a fijar su mirada más allá y darse cuenta de que esas personas que reímos con tanta diversión, que sonreímos con tanta emoción, que miramos el mundo con anhelo, que aconsejamos con tanta seguridad, que nos paramos frente a un grupo a hablar con tanto valor... Nosotros no sentimos nada de eso, simplemente somos personas que encima de nuestro rostro colocamos una máscara para que nadie se de cuenta de lo mucho que sufrimos. Somos personas que no vivimos el día a día, solo queremos terminar con el maldito día y poder llegar a la noche donde sentimos algo parecido a la felicidad y a la paz, donde podemos escondernos en la oscuridad y llorar, dejar salir todo lo que nos ha estado matando durante el día, dónde podemos demostrarle a la soledad que estamos solos.
Mientras pienso en esto me doy cuenta de que en realidad no lloré anoche. Que pude dormir tranquila las dos veces. Algo hubo ayer que me dejo dormir en paz. Quiero de eso, de esa droga que me puso alguién o tal vez fue la muerte o la soledad o simplemente la costumbre que ya estoy adquiriendo con el paso del tiempo. Quiero eso para sufrír un poco menos.
-¿Kerd? Lo siento yo...
-Tranquila... -Muerdo mi labio- ¿Ya desayunaste?
Ella me da una mirada extraña mientras timidamente me coloca una mano en mi frente. La quito rápidamente.
-¿Qué te sucede?
-¿Qué te sucede a tí? Se supone que deberíamos estar en clases hace más de una hora y tú aún sigues aquí en casa y con pijama.
-¿Hace más de una hora? Pero estas loca... Hoy es domingo.
Ray frunce su seño aún más profundo que antes.
-En serio, Kerd. Estoy preocupada por tí. -Mi frente se arruga en señal de confusión. Ray toma su móvil y desbloqueandolo le coloca en el calendario.
Lunes.
Lunes, 10:30 am.
¿Cómo puede ser?
-Mierda. -Susurro.
Salgo corriendo a vestirme y como si fuera Flash estoy lista en diez minutos. Ya solo faltan veinte para entrar a la tercera clase. Salimos corriendo, pedimos un taxi y llegamos con cinco minutos de anticipación para la siguiente clase.
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Escape Anormal
Fantasy¿Te das cuenta? ¿Alguna vez te has decidido por mirar a tu alrededor? Si lo haces y observar cada pulgada con nuevos ojos... No es necesario salir a conocer un mundo en el exterior, no es necesario tener miles de amigos para vivir una aventura o ser...