Bad Boy >>James Maslow<< Big Time Rush

Capítulo 33

-Claro que si- Dijo y me miro entrecerrando un poco sus ojos. Subió su mano y acarició mi mejilla, y pasó su pulgar por mi labio inferior. Inconsientemente me incliné hacia adelante, lentamente. Cuando estabamos a pocos milímetros de distancia, James besó delicadamente mi nariz, y después bajó a mis labios.

Le correspondí el beso un poco dudosa. El se iba a ir y me iba a dejar con el corazón destrozado, como lo ha hecho siempre. La razón por la que decidí olvidarlo cuando éramos niños, es porque, aparte de que sabía que nunca seríamos algo (o eso pensaba yo); también sabía que iba a terminar lastimada. Él era todo un mujeriego, tarde o temprano se cansaría de mí y me mandaría a volar. Pero con todo lo que ha pasado últimamente, ya no se que pensar. Él se iba a ir, por mi culpa, y lo que más me preocupaba era que no iba a estar solo...hubiera preferido que estuviera solo, pero no. Iba a ir con "su padre", y no sabía lo que podía hacer sin Logan y yo a su lado.

-Deja de pensar, ya no te preocupes- Dijo James separándose.

-¿Cómo sabes que estoy pensando?- Le dije con tono de voz confuso.

-Pequeña, te conosco tan bien como para saber que cuando piensas, dejas de estar aqui, y no prestas atención a lo que estas haciendo, justo como ahora, estas dejando que te bese...y haces muecas- Dijo divertido. Yo me sonrojé levemente, no sabía que supiera algo asi...aunque claro, nos conocemos de toda la vida. Aunque a decir verdad me sorprende, con lo poco observador que es James...

-Lo siento- Le dije en un susurro.

-No tienes por qué disculparte- Lo escuché decir. Después se acercó y me besó de nuevo, como el lo hace, lenta y delicadamente. Me mataba cuando hacía eso, sus labios eran tan suaves y deliciosos... Se movían a un ritmo que me volvía loca.

Pero poco a poco, ese beso mágico fue subiendo de tono, James me besaba más desesperadamente, y yo trataba de seguirle el ritmo, aunque me era algo difícil. Mordió mi labio inferior y nos separamos para tomar aire. Pero él me tomó de la cintura y me acomodó en la cama, quedando encima mio, para volver a besarme. Mientras yo acariciaba sus brazos, el movía su cuerpo contra el mio, haciendo que el bulto de su pantalón rozara mi parte íntima repetidas veces, provocando gemidos ahogados de mi parte.

Se separó de nuevo y se quitó su camisa. La luz de la luna entraba por la ventana, haciendo que su cuerpo se viera muy sexy y hermoso. Era un chico fuerte y alto, con una gran fortaleza, y músculos esbeltos. Su pecho era ancho, y sus abdominales estaban muy bien trabajados. Realmente nunca me había molestado en analizarlo detalladamente.

-¿Te gusta lo que ves?- Dijo con una sonrisa de lado. Yo dejé de mirarlo inmediatamente - Amo cuando te sonrojas- Dijo para volver a ponerse encima mio. Una parte de mi me decia que esto estaba llendo demasiado lejos, y que debía parar; pero la otra parte, una que no sabía que aún existía, me decía a gritos que siguiera con esto. James mordió de nuevo mi labio inferior y yo le di mayor acceso a mi boca, haciendo mucho más profundo el beso.

Sus manos buscaron el cierre de mi vestido, y cuando lo encontraron no tardo en bajarlo y quitarlo fácilmente, arrojándolo a alguna parte de la habitación. Sentí de nuevos sus manos, pero esta vez acariciaban todo mi cuerpo, comenzando por mis hombros y bajando hasta mis muslos, para volver a subir. James rompió el beso, se puso de rodillas y me miró de arriba a abajo.

-Eres tan hermosa- Dijo en voz baja. Yo no sabía que hacer, asi que me levanté también y lo tome del cuello para besarlo. El no dudo en corresponderme, pero después se separó para comenzar a besar mi cuello. De nuevo uno que otro pequeño gemido se escapaba de mi boca. Para, me repetía mi conciencia una y otra vez, pero lo único que hacía era acariciar el cabello de James mientras bajaba lentamente sus besos, hasta llegar a mi pecho.

Pero afortunadamente no fui yo quien paró, sino él. Se separó bruscamente de mi, agitado y respirando con dificultad. Se bajó de la cama y fue a la ventana, dejándome de rodillas en el colchón.

-Yo...lo siento Nat, no debí de llegar tan lejos- Hablaba con dificultad, y estaba algo tenso- Ahora me será más difícil irme...soy un estúpido masoquista- Dijo mirando el cielo.

-Yo...también lo siento- Le dije totalmente apenada. Me senté en mi cama y tapé mi cuerpo con la sábana. Vi que James daba un gran suspiro y después se dirigía a la puerta- ¿A dónde vas?- Le pregunté confusa.

-A la habitación de huéspedes, ¿No es obvio?- Me dijo algo apresurado.

-¡No!- Le dije antes de que saliera. Se volteó y me miró confundido- Por favor...quédate, me agradó dormir contigo ayer- Cada palabra era mas lenta que la anterior, asimilando la situación. No sabía si esto era bueno...pero realmente no me importaba, era la última vez que lo iba a tener a mi lado. El lo pensó un momento, pero terminó cerrando la puerta.

-Nat...no se cómo decirte esto, pero...-

-¿No quieres dormir aquí?- Le pregunté un poco desilusionada.

-No, no es eso...esque...- Sonrió de una manera que no supe cómo identificarla- Tengo que calmar a mi "amigo"- Dijo señalando el gran bulto en su pantalón. Yo por mi parte me puse totalmente roja, y de nuevo, el sentimiento de culpa me invadió.

-Tomaré una ducha fría, no tardo...mientras tanto ponte algo de ropa- Me dijo antes de salir y cerrar la puerta. Hice lo que me dijo, me cambié, me lave la cara, cepillé mi pelo y lo trencé. Volví a la cama y me acosté, y me quedé pensando. Solté algunas lágrimas, que cayeron a la almohada, y cerré los ojos. A los pocos minutos, sentí el colchón undirse atrás de mi, y después un brazo fuerte rodeó mi cintura. Al sentir suaves caricias en mi brazo, no tardé ni cinco minutos en quedarme dormida.