Bad Boy >>James Maslow<< Big Time Rush

Capítulo 34

Narra James.

Bien, ahora estoy realmente confundido. Si Nat no sintiera absolutamente nada por mi, me hubiera parado, y no hubiera dejado que las cosas llegaran a tanto. O tal vez lo hizo por lastima, o porque sabe que es la última vez que me verá...pero quien sabe. Aparte ya tome una desición, y no quiero dar marcha atrás.

A menos que...

No James, ella no te ama.

Esa maldita voz sonó en mi cabeza. Jodido subconciente.

**Domingo, 11:20 a.m.**
Nos encontrábamos Susan, Logan, Natasha y yo en el aeropuerto. Sabía que Nat le había dicho a Susan sobre mi partida, pero no tenía ni puta idea de quien le había dicho a la bola de rameras con las que me acosté alguna vez, las cuales se encontraban a un par de metros de nosotros. Obviamente no recordaba a ninguna de ellas, es por eso que no les daba mucha importancia; así que le pedí ayuda a un señor de seguridad. Una banda y un marco metálico era lo que nos separaba. En fin, todos teníamos esa jodida duda, y ninguno era capaz de responderla, o por lo menos dar algun indicio.

-¿Llevas todo lo necesario?- Preguntó Logan.

¡Claro que no! Me falta la chica que amo, nunca voy a estar completo sin ella, ¡La necesito!
Voltee a ver a mi peque y conectamos miradas. Por alguna razón pensé que ella sabía lo que yo estaba pensando, pero apartó su mirada, y no pude comprobarlo.

-Si- Dije en un débil suspiro.

-Te vamos a extrañar...mucho- Dijo Susan, la cual se había acercado para darme un abrazo. Yo le correspondí. Cuando se separó, Logan se acercó para imitar la acción de su novia, pero en un abrazo un poco más masculino.

-Cuidate bro, y no hagas nada estúpido o imprudente- Me dijo totalmente serio, en un tono de voz que había escuhado muy pocas veces.
-Claro- Le dije sin darle mucha importancia. Lo bueno de esto era que ya no habría nadie que me estuviera jodiendo por las cosas malas que hago. Aunque a decir verdad, prefiero que así sea.

-Nat- Oí a Henderson hablarle a su hermana. Ella levantó su cabeza y lo miró- Te esperaremos afuera- Dijo triste. Logan me miró de nuevo y ninguno de los dos dudamos para darnos otro abrazo, esta vez con verdadero sentimiento. No me importaba lo maricón que me viera en este momento, este chico nerd es como un verdadero hermano para mi. Cuando nos separamos, el suspiró y se fué a quien sabe donde con Sus.

Yo me giré para ver a Nat. Ella tenía la mirada perdida en el vidrio que estaba a un lado de nosotros, donde se veían los aviones y gente subiendo maletas y abordando el transporte.

Me acerqué y me puse detrás de ella.

-Todo va a ser diferente sin ti en casa- Dijo sin voltear a verme.

-Lo sé...será raro no tener a nadie que me salve el trasero cada vez que me meta en problemas- Dije tratando de subir un poco el ánimo, pero no funciono.
Ella se giró para mirarme, y tenía el ceño fruncido.

-Le prometiste a Logan que no harías nada estúpido James- Dijo en un tono de voz molesto.

-Yo no le prometí nada a nadie- Dije a la defensiva.

-¡Por Dios James! ¿Te vas a otro estúpido país y no puedes hacernos ese jodido favor?- Dijo alzando el tono de voz.

-Yo puedo hacer con mi vida lo que se me de la puta gana- Respondí de igual manera. Estaba empezando a tocarme los cojones, y esto se iba a salir de control si seguíamos así.

-¡Entiendelo! Solo quiero que estés bien allá, sin nosotros-

-¡Eso nunca va a pasar!- Grité, un poco demasiado alto para mi gusto. Nat sólo me miró con tristeza en sus ojos, y traté de calmarme. Suspiré profundo para hablar de nuevo- Nunca voy a estar bien si tu no estas a mi lado, tu eres la que tiene mi corazón, y si me voy ahora estaría dejando lo más preciado de mi vida aquí. ¿No lo entiendes, pequeña? Sin ti me muero, al no obtener tu corazón por el mío me dejas sin nada...es por eso que quiero que me quieras con la misma intensidad con la que yo te quiero, yo...te necesito, y quiero que tu también me necesites a mi-

-Te necesito- Me dijo acercándose.

-No de esa manera- Le dije cerrando los ojos. Y por alguna razón sentí miedo.

Pasajeros del vuelo 102, destino Canadá, favor de pasar a la cinta de abordaje.

-Es mi vuelo- Dije. Abrí los ojos de nuevo y Nat tenía unas cuantas lágrimas derramadas. Las limpié cuidadosamente, tratando de contenerme para no llorar también- ...¿Cómo le dices a la chica que amas que...es hora de irte?- Le dije en voz baja, casi susurrando.

Narra Natasha

-No te vayas- Le dije con voz entrecortada. El me miró de una forma muy intensa.

-Dime que sientes algo más por mi que solo una simple amistad- Sonaba desesperado- Y me quedo- Finalizó, un poco dudativo, pero se mantuvo firme.

Quería decirle, quería que supiera que en realidad siempre había sentido algo fuerte por el, pero que mantuve ese sentimiento enterrado en lo más profundo de mi ser...pero las palabras no salieron de mi boca. Me había quedado totalmente muda y no sabía por qué.

-Está bien...tengo que irme- Dijo derrotado. Besó mi frente y tomó su maleta. Se giró y comenzó a caminar, yo me quedé quieta. Todo mi interior quería moverse, gritar, correr...pero no lo hacía.

Pero apenas dio cuatro pasos, James se giró y dejó sus maletas en el piso. Se acercó; con una mano me tomó de la cintura, y con la otra tomó mi mejilla.

-Debo ser un puto masoquista por hacer esto- Me dijo para después besarme desesperadamente. Yo traté de corresponderle de igual manera, pero mis labios apenas se movían. Por suerte, podía sentir que James me transmitía cuánto me iba a extrañar, pero lamentablemente no podía mostrarle lo mismo. Estaba paralizada y no entendía por qué, y eso me frustraba.

El chico poco a poco fue bajando la intensidad del beso, y a como pude mordí su labio inferior antes de que se separara.

-Te amo- Dijo en un susurro, y después se alejó, tomando sus maletas y dando grandes pasos, como si estuviera huyendo...aunque no dudo que así sea. Todo estaba pasando muy rápido.
Me pegué al vidrio, y lo vi subir al avión. Susurré un "no te enamores de otra" antes de soltar más lágrimas.
Pasaron unos segundos (o así lo sentí yo) antes de ver cómo el avión despegaba.

Ya estaba hecho. Se había ido, para siempre. Me sentí extrañamente vacía.

Me fallaron las piernas y caí al piso de rodillas. Tuve un terrible mareo antes de que mi vista se nublara y todo se volviera negro.