Capítulo 11 - Una boda y larga Noche.

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POV LAUREN

-Estás loca por ella ¿verdad? –pregunto mi madre que había llegado con los oficiales.

-¿Yo? ¿De esa mocosa? –le dije aun sin perder de vista a Camila que rendía su declaración, mi madre estaba por replicar pero me adelante. –sí, bastante.

-Lo sabía. –sonrió victoriosa. –son tal para cual.

-Ya no puedo más ¡estoy harta! –grito Camila acercándose a nosotros. -¿Cuántas veces quieren que repita lo mismo? –sonreí ante su expresión de fastidio, la comprendía, llevaba una hora repitiendo lo sucedido.

-Lo lamentamos mucho señorita, pero hemos acabado. –Camila sonrió. –es todo por hoy.

-¿Qué pasara con Austin? –pregunto mi madre de repente.

-Estará en prisión en espera de su sentencia por secuestro e intento de violación. –respondió el oficial robusto.

-No quiero saber más, solo quiero irme y ver a mí hermana. –interrumpió bruscamente Camila. El trayecto a casa fue en total silencio, casi podía jurar que leía lo que pasaba por su mente al ver sus gestos, y en ellos había impotencia y miedo, mucho miedo, lo sabía al ver esos ojos cristalinos al borde de las lágrimas que se reusaba a dejar salir, después de otra hora de camino llegamos a casa, había gente de un lado a otro terminando los últimos detalles de la boda que no pude cancelar.

-¡Mami! –grito Sofí en cuanto la vio, ella corrió y la tomo entre sus brazos, la pequeña estaba perfectamente arreglada con un vestido blanco.

-Hola corazón ¿me extrañaste? –le pregunto, ella asintió y la abrazo con fuerza, la vi llorar pero enseguida borro rastro alguno de lágrimas. –bien, terminemos con esto de una vez, tu ve a arreglarte.- me dijo.

-¿Estás segura de esto? –le pregunte. –al menos podíamos retrasarla.

-Estoy más que segura, creí habértelo dicho, esto depende de la custodia de Sofí, lo único que me queda y por lo que vale la pena hacerlo, pero si tú no estás segura, estás en tu derecho, buscare a alguien que si lo este, no tengo tiempo que perder. –dijo mirándome fijamente y totalmente decidida.

-no es necesario, sabes perfectamente que yo estoy dispuesta.

-aun no entiendo por qué lo haces, pero me alegra, gracias. –me sonrió cálidamente. –ahora me voy porque nos quedan unos minutos.

Después de darme una muy buena ducha me vestí con un vestido un color Blanco corte imperio, que Camila escogió al azar, aunque debía admitir que me veía bastante bien, comencé a peinar mis cabellos.

-Hija, te ves hermosa. –dijo Clara sonriendo y mirándome de pies a cabeza.

-¿Acaso no te han dicho que debes tocar la puerta antes de entrar? –pregunte.

-No seas grosera con tu madre, ahora siéntate aquí. –señalo una silla que estaba frente al tocador. –que necesito maquillar esas ojeras y ponerte aun más hermosa. –rodé los ojos pero le obedecí y me senté en la silla, ella se colocó frente a mí y comenzó con su labor.

-¿Cómo esta Camila? –pregunte.

-Hermosa.

-Sabes a lo que me refiero.

-Está bien Lauren, sé que lo que estamos haciendo es una locura pero no hay otra, además sé que ella está en buenas manos y confía plenamente en ti ¿Quién mejor que tú para pasar el resto de su vida?

-Mamá ¿acaso no has entendido que no tengo derecho a algo así?

-Lauren ¿Cuándo vas a superar lo que le paso a tu hermana? Ella quiere que seas feliz y mereces serlo.-

Mi Querida Profesora-(Adaptación Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora