Mi Querida Profesora-(Adaptación Camren)

Capítulo 17- El rojo desata la pasión

POV LAUREN

El temido fin de semana llego, el reloj marcaba las 12:43 de la mañana, a las 2 tenía que pasar por mí vestido para esta noche, estaba en la sala de profesores en la espera de que sonara el timbre y poder marcharme a casa.

-Lauren qué bueno que te encuentro. -hablo Tania, por un momento pensé que sería Camila para pedirme que regresáramos juntas pero eso era tonto. -ya que es fin de semana quería proponerte que saliéramos por algún sitio. -hablo acercándose a mí un tanto seductora.

-Lo siento pero no puedo. -respondí, ella se acercó a mi nuevamente y yo intente retroceder hasta que la pared no me dejo más.

-¿Por qué no? ¿Es que no se has dado cuenta de cuánto me gusta, profesora? -insistió. -le prometo que esto no afectara en el aspecto laboral. -dijo eh intento besarme.

-Lo siento, no quería molestar. -hablo una voz femenina muy familiar con cierto tono de molestia, cerré los ojos por unos segundos, no quería mírala pero termine haciéndolo,Camila nos asesinaba con la mirada. -pueden continuar.

-No Camila, esper... -no me escucho, salió corriendo eh intente seguirla pero Tania se interpuso, me miraba interrogante.

-¿Qué pasa? O mejor dicho ¿Por qué te preocupa que nos hayan visto?

-¿Es que no entiendes? No quiero nada contigo, soy una mujer felizmente casada y amo a mi esposa. -respondí sacando el anillo de bodas y colocándolo en mi dedo anular, ella me miro incrédula.

-entonces ¿Por qué no lo usabas?

-es una historia muy larga y si me disculpas... necesito evitar mi divorcio. -dije para después salir corriendo detrás de "mi mujer". Lamentablemente no la encontré en ninguna parte y según Dinah se había marchado a casa. Intente llegar lo más rápido posible pero al llegar a la puerta me encontré un post-it en la puerta diciendo:

Querida:

Me eh ido a MI CASA a prepararme para esta noche, no te preocupes por Sofí que está conmigo junto con Margarita. Pasa por mí a las 7:30 de la noche. P.D.: mientras tanto no se te ocurra parecer, no quiero ver tu cara. Besos.

Genial, estaba enfadada, muy enfadada ¿Por qué me tenía que pasar esto? ¿Por qué justo ahora que parecía estar avanzando con ella? Entre a casa, tenía que pensar en un plan para recuperar su confianza, pero después de varios minutos caminando de un lado de la sala a otro, me rendí, Camila no era una mujer que con un simple ramo de rosas o chocolates olvidaría lo sucedido, resignada, fui por mi vestido.

*****

Mire el reloj, 7:15 de la noche, tome las llaves de mi auto y me dirigí a la mansión que tenía por casa ¿seguiría molesta? ¿Se vengaría? Esas preguntas no dejaban de darme vueltas en la cabeza, llegue a la hora indicada y segundos después del primer toque en la puerta, apareció una muy sonriente Margarita con la pequeña Sofía en brazos.

-¡Mami! -grito y se lanzó a mis brazos que la recibieron encantados, me gustaba que me llamara así a pesar del enfado de Camila que se empeñaba en decirle que no, sin resultados visibles.

-¿Dónde está Camila? -le pregunte a Margarita, mientras la pequeña se entretenía con mi collar.

-Está arriba, dándose un último retoque, pero en unos minutos bajará. -asentí y me dirigí al pie de las escaleras, debatiéndome si subir a buscarla o no.

-Lista. -la escuche decir, enseguida la busque con la mirada y lo que encontré me dejo simplemente sin palabras, ella estaba con un vestido rojo, con un corte imperio que tenía una abertura en su pierna izquierda, la parte baja de su pecho estaba decorada con pedrería plateada que hacia juego con sus tacones y bolso, su maquillaje era con un estilo natural, su cabellera estaba recogida en un moño.