Mi Querida Profesora-(Adaptación Camren)

Capítulo 13- ¡¿Mateo?!

POV LAUREN

En mis brazos quien encaja perfectamente es un cuerpo delgado con una cabellera suave, y un seductor dulce aroma. En el pasado las experiencias que estas manos tenían con numerosas amantes... me permitió saber lo que las mujeres quieren, pero esas emociones, el contacto y el aroma, no excitaron mi corazón hasta este punto cuando estaba a mi lado. No como ahora, me hace sentir que una mujer podría ser... tan hermosa... Camila comenzó a removerse entre mis brazos, alejándome de mis pensamientos y no me quería imaginar el golpe que recibiría si ella se daba cuenta de lo muy pegados que nos encontrábamos pero no quería soltarla, confiaba en que se apiadara en que esa noche le eh contado mi pasado. Poco a poco comenzó a abrir sus ojos y a deshacerse de mis brazos, algo desorientada miro la situación.

-¿Por qué carajos me estabas abrazando? –suspire pesadamente, lo que venía seria espantoso, opte por algo mucho más fácil para mí y antes de que volviera a abrir la boca para maldecirme entre otras cosas, la tome de la nuca y la bese, si, estaba loca y sabía que ella me mataría después de esto pero pasar toda una noche con ella y abrir los ojos y encontrarla entre mis brazos, era imposible no hacerlo.

-buenos días cariño. –le dije al soltarla, Camila tenía una expresión de confusión y antes de que volviera en sí, hable. –Iré a preparar el desayuno "cariño" –dije la palabra en tono burlón y salí huyendo antes de que la fiera despertara.

Salí de la habitación con una sonrisa tonta, mire el reloj de mi celular, 9:37 de la mañana, buena hora para despertar en un domingo, me dirigía a la cocina cuando el timbre de la puerta sonó.

-¿Qué haces aquí? –le pregunte a Dinah.

-No sabes cuánto me alegra que hayas sido tú, si Camila me hubiera abierto la puerta sin duda ya estaría muerta, en fin, eh traído sus cosas, entrégaselas que no ha de tener nada que ponerse. –arque una ceja recordando la noche anterior, Camila y una estupenda lencería roja.

-entonces, gracias.

-De nada, aunque merezco una buena calificación en mi próximo examen, eh arriesgado mi pellejo por ti.

-Me refería a traer sus cosas. –dije apresurada aunque también debería agradecer por aquello.

-solo bromeaba Lauren, aunque tu actitud me dice otra cosa, bien debo irme, saluda a Mila por mí.

Tome la maleta y entre en la habitación, Camila salía del baño enredada solamente con una toalla, fue inevitable que mis ojos la recorrieran por completo, su larga cabello mojado y despeinado, pequeñas gotas de agua que pasaron por su cuello para perderse entre sus pechos, trague en seco.

-Dime por favor que son mis cosas. –dijo mirando la maleta.

-Sí, lo son. –la tomo y se volvió a encerrar en el baño. Regrese a la cocina para preparar el desayuno, minutos después apareció Camila con Sofí en brazos y la trabajadora social a su lado.

-Buenos días señorita Jauregui.

-Buenos días. –respondí, ahora que lo pensaba no sabía su nombre.

-Quería avisarles que tienen suerte, me han llamado para otro caso así que me quedare solo por hoy. Quisiera hacerles unas preguntas.

-Las que desee. –se apresuró una muy sonriente Camila.

-Tengo curiosidad ¿Por qué casarse tan apresuradamente? Son muy jóvenes.-No basta un "porque nos amamos mucho" ¿verdad? –soltó Camila y la trabajadora negó.

-En realidad, apartando lo mucho que amo a mí ahora esposa, para mí es el deseo de protegerla y tal vez un poco de celos de mi parte.

-¿celos? –preguntaron las dos.