>Recuerdos<

21 1 0
                                    

Los desgarradores gritos de mi madre cuando es golpeada por mi padre, el horrible olor a alcohol que destila de su ropa y su boca, como mi madre grita una y otra vez que me aleje de aquí, y como yo hago caso omiso a su mandato y me quedo paralizada frente a ellos.

Siento un fuerte golpe y luego me azoto contra el piso, entonces todo parece borroso... después negro.









Al despertar me siento extraña, me veo conectada a miles de máquinas distintas, siento un sonoro llanto cerca mío, intento voltear lentamente, todo me duele, una señora al verme moviéndome sus ojos se agrandan tal cual platos y no puedo evitar preguntarme quien rayos es.

-no puedo creerlo.- susurra.

Entonces algunas máquinas suenan seguido de muchos enfermeros y enfermeras, que obligan salir a aquella persona del cuarto, se ve que opone la mayor resistencia posible pero logran sacarla afuera.

Un doctor más o tan impactado que ella está al frente mío con algunos documentos en mano.

-¿te duele algo?.- pregunta.

-no.- miento.

-¿segura?.-insiste.

-si.

Después todo fue como un interrogatorio, me preguntaron tantas cosas que ya ni me acuerdo, al despertar no recordaba que había pasado, con suerte creía saber mi nombre y al decir "Claudia" me miraron con preocupación y me aseguraron que me llamo "Natalie".

-amnesia.- escucho que dice aquel señor viejo a esa señora que -me dijeron- es mi madre.

Entonces se larga a llorar, vuelve su vista a mí e intenta parecer fuerte.

-no le exponga todo por ahora, intentemos iniciar con pequeños detalles de su vida, si la obligan a recordar todo puede que cause un daño irreversible a su cerebro.

-está bien.

Cada pequeño detalle conforme a los días es extraño, siento que me oculta algo en cada momento, nunca mencionó el por qué estaba hospitalizada, ni tampoco a mi padre.






Salí del hospital con el diagnostico de "amnesia selectiva" el doctor me informo que mi cerebro ha decidido "bloquear" mis recuerdos mas traumáticos, que por ahora no recordaré, quizás algún día si, como puede que no.

Al entrar a mi casa miro hacia todos lados, esta impecable, es acogedora.

-bienvenida a tu hogar cariño.- dice mi madre abrazándome por atrás.







Luego de eso todo fue normal, al paso de los años crecí como una adolescente cualquiera, con una fuerte relación con mi madre, casi nunca pensaba en "eso" que había olvidado, era feliz sin saber aquello.

-duerme bien.- dijo contra mi mejilla.

-tu igual madre.- sonrío




Mientras dormía todo parecía normal, recordaba viejos tiempos que poco a poco había recordado, pero algo que siempre me parecía extraño era que el mismo hombre aparecía en todos ellos, aunque nunca lograba verle el rostro...

-eres una estúpida!.- grito aquel hombre con grandes señales de estar borracho.

-D-déjame... tranquila.- respondió mi madre temerosa.

-tu no me mandas.- exclamó alzando su mano para luego abofetear a mi madre.

Los desgarradores gritos de mi madre cuando es golpeada por... ese... ese hombre... mi padre, el horrible olor a alcohol que destila de su ropa y su boca, como mi madre gritaba una y otra vez que me aleje de ahí, y como yo hice caso omiso a su mandato y me quede paralizada frente a ellos.

Siento el fuerte golpe nuevamente contra mí y como me azoto contra el piso, pese a ser un sueño todo parece tan real... entonces todo se vuelve borroso... luego negro.


Minicuentos ^-^Donde viven las historias. Descúbrelo ahora