Eran tiempos difíciles, el Universo que se conocía atravesaba una época de caos y desidia que parecía no terminar jamás. Algunos planetas en galaxias remotas presentaban deterioros irreversibles y la esperanza de que aquel trance pudiese cambiar, eran escasas. Un ser perverso y sin escrúpulos había sido el causante de la dura situación que les tocaba vivir a los habitantes de esta era. Posiblemente la tiranía de este ser no tenía fundamento alguno, sin embargo, el sufrir para aquellas gentes, lo encabezaba a él como el principal causante.
El Universo que conocemos se rige por una regla fundamental e irrefutable, "equilibrio". La herramienta para gestionar este importante parámetro también existe. Desde tiempos remotos nacen doce elegidos para llevar a cabo la responsabilidad máxima de velar por el bienestar de nuestro Universo. Seres capaces de manejar los elementos de la vida para así cumplir dicha misión. Para ellos también se aplicaban reglas básicas, estos benditos vendrían al mundo cada cinco mil años, se los identificaría fácilmente y gozarían de vida eterna. Se cuenta que desde el antaño, esos seres son reemplazados por sus sucesores llegado el momento, es decir, la inmortalidad tiene su fin en las manos de su próximo heredero a la responsabilidad.
Esta regla básica y sencilla se aplicó por milenios. No obstante, en cierta época un individuo enloqueció, víctima del poder y la codicia que lo obligó a terminar con la vida de sus once compañeros. El nombre de esta persona era Baltasar Lauro. La atrocidad para este elegido no tenía límites, sumando así a su cartilla de asesinatos, La muerte de los doce pequeños bebés que debían reemplazarlo en la responsabilidad máxima. Con esto quedaban reflejadas claramente cuáles eran sus intenciones de gobernar el equilibrio del Universo por siempre.
Tuvieron que pasar otros cinco mil años para qué la regla se aplicase nuevamente. Afortunadamente el destino quiso que estos bebés no contaran con la misma suerte que los elegidos anteriores. Los bendecidos nacían en familias específicas, autodenominadas los doce clanes. Unas dinastías ancestrales que se vieron obligadas a abandonar sus orígenes para escapar de las garras de Baltasar. Estas importantes familias que debían decidir el destino de los nuevos elegidos llegaron a un planeta que ya estaba habitado por humanos. El nombre de ese planeta era Zalek, que, gracias a su población abundante, pudieron mezclarse sin problemas rogando no ser encontrados nunca por el tirano en el poder. Pasaron varias generaciones y finalmente nacieron, aquellos que podían darle a la civilización de entonces, un ápice de esperanza...
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El Pilar del Universo: Los Guerreros de la Esperanza
Science FictionNarra la historia de Radamis y compañía. La generación que consiguió derrocar al tirano, para reescribir la historia del Universo. Sus comienzos, todo lo que tuvo que pasar para terminar siendo aquel que determinó encapsular a la próxima generación...