Capítulo IX

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Los tres adolescentes, de quince años de edad, compartían el mismo nacimiento, pero el destino había sido un poco más cruel con uno de ellos, condenándolo a una eternidad sombría. Teseo permanecía en el suelo, tratando de detener su llanto para no mostrarse débil frente a su hermano, apenas unos segundos mayor, al que acababa de conocer. Radamis guardó su arma, entendiendo que su hermano menor ya no era una amenaza. Sin embargo, Florencis todavía dudaba de las intenciones que éste pudiera tener. La muchacha prefirió abandonar su propio cuarto, para dejar a los dos gemelos. Debían ponerse al corriente tras quince años sin conocerse...

——La vida ha sido injusta con ambos. Nuestra madre murió al nacer nosotros... Nuestro padre decidió junto a la consejera negarnos el derecho de ser hermanos. Estos quince años no te has perdido mucho de mí. Entreno desde que tengo tres años, todos los días de mi vida desde que puedo recordar, han sido lecciones. Como elegido he nacido bajo el peso inexorable de velar por el Universo. Un ser que debería defenderlo está causando estragos hace más de cinco mil años. No sé cómo habrá sido tu vida hasta ahora. Pero puedo asegurarte de que el destino cruel del que habla Gentile no es más despiadado que el mío. Prefiero que puedas gozar de buena vida, lógicamente no dejaré de lado a mi propio hermano.— las palabras de Radamis venían desde lo más profundo de su corazón, esperaba encontrar aquella conexión fraternal que debía existir por naturalidad.

—... ¿Estás tratando de sentir lástima por mí? Cuesta entenderlo... mi madre no es mi madre, la verdadera ha muerto sin que pueda recordarla. Mi padre olvidó que existo y me permitió vivir en una mentira ¡No quiero tu lástima!— Teseo se sentía agredido por su hermano mayor, se puso de pie tratando de no mostrarse más vulnerable que él.

—Jamás. Nunca te tendría lástima, eres mi sangre, por eso no te he de ignorar. Entiendo que estés a la defensiva, pero es como dijo ella, lo que hagas con tu vida depende sólo de ti. Te reconozco como hermano, siempre y cuando prometas no atentar más contra la vida de Florencis. Aunque puedo asegurar que no podrías matarla.— Radamis se mostró más firme, sabiendo que Teseo no buscaba condescendencia.

—... Así que inmortales ¿Entonces no podré morir hasta que alguien más te mate?— la pregunta de Teseo fue tan cruda que sorprendió a Radamis, aunque luego sonrío con elocuencia.

—No es tan sencillo. Deberá matarme mi sucesor en su defecto mi antecesor, que justamente es el ser que quiero asesinar para arreglar las cosas. Sin embargo, si Baltasar me asesina, eso significaría una muerte temprana para ambos.— aclaró Radamis que sonreía al justificar sus palabras.

—... No sé qué hacer ahora. Incluso no sé si debo odiarte...— la mente de Teseo aún no estaba clara, lógicamente tendría que pasar un tiempo prudencial para ello.

—Está bien. Después de todo somos hermanos. Te daré todo el tiempo que necesites.— Radamis se retiraba de la habitación también.

Teseo quedó algunos segundos solo dentro de aquella habitación, hasta que finalmente se decidió a abandonarla. Cuando llegó al pasillo que conectaba aquella recamara con el resto de la estancia, encontró a su hermano y a la compañera de elemento de éste.

—Siento haberte atacado...— Teseo se disculpó con Florencis, lo que sorprendió a la muchacha.

—Está bien, creo entender que no estabas en tus cabales. No ha sido la mejor forma de conocerte, pero bueno, ya nos conocimos.— a pesar de la agresividad que Teseo había mostrado anteriormente. Florencis decidió dejar de lado sus sentimientos para no seguir cargando con tristeza el corazón del hermano menor de su compañero.

—... Así es. Ahora si me disculpan volveré a mi recamara. Ya no tendré que ocultarme más y no tendré más celos de ustedes dos.— Teseo caminaba hasta su cuarto, dejando en claro el motivo de su ataque repentino. Él había sido confinado con el fin de que los elegidos no supiesen de su existencia. De esta forma la relación que había tenía con su madre adoptiva se vio fuertemente influenciada. Su actuar era aceptable dentro de la locura aplicable a los hechos que tuvo que vivir por esos dos largos años.

El Pilar del Universo: Los Guerreros de la EsperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora