Capítulo 3: Alucinaciones.

1.2K 125 27
                                    

"No te vayas, ¡Dime ¿a quién debo recordar?!" - Habló Yugi a aquella silueta. Pero se había desaparecido por completo.

Él, en un intento de alcanzarlo corrió a toda velocidad gritándole que esperará.

- ¡¡Espera!! - Yugi despertó de golpe gracias al haberse caído de la cama de la enfermería, golpeándose la cara.- Auch.

Inmediatamente los cuatro amigos entraron a la enfermería encontrándose a su amigo tirado en el suelo, aunque les causo algo de gracia la posición en la que cayó.

Jonnouchi y Honda no pudieron evitar reírse.

Mientras con Anzu y Atem trataron de levantar al chico del suelo y depositarlo en la cama. Anzu miró a su amigo preocupada.

- ¿Estas bien? ¿No te paso nada? ¿Por qué te caíste? - Cuestionó la castaña, agobiando al menor con tantas preguntas.

Atem sólo miró a su pequeño hikari con preocupación, ya que lo escucharon gritar.

- Estoy bien Anzu, sólo tuve una alucinación.

Jonouchi y Honda pararon de reír, para ver directamente a su mejor amigo. Quizá, haya podido recordar algo sobre Atem.

- ¿Qué viste? - Preguntó el rubio cruzándose de brazos.

Yugi hizo una mueca, mientras se rascaba la nuca. - Fue extraño, realmente parecía real. Vi a un chico muy parecido a mi, sólo que este traía ropas egipcias y piel levemente morena.

Inmediato Atem puso más atención a la conversación, definitivamente aquel chico que alucinó era Heba, pero ¿Por qué?

- ¿Y te dijo o te hizo algo? - Esta vez Honda preguntó a su amigo tricolor.

Este asintió.- Sólo me dijo que tenía que recordar a alguien...

- ¿A quién? - Cuestionó la ojiazul.

Atem estaba despaldas escuchando todo, sí decía lo que él sospechaba que estaba por decir, eso elevaría sus esperanzas.

Yugi negó con la cabeza.- No lo sé, dijo que recordará a la persona que más amo pero...

- ¿No sabes quien es cierto? - Volvió a preguntar Anzu.

- No.

- Con su permiso, me retiro. - Interrumpió la conversación Atem con voz borde.- Espero y te recuperes pronto. - Le dedicó una última mirada a Yugi, mostraba tristeza en sus ojos, pero sobre todo soledad, antes de salir de la enfermería cerrando la puerta detrás de si.

Yugi por alguna extraña razón sintió su corazón oprimirse al verlo salir, ¿por qué?

.

.

.

Atem se encontraba en la azotea del colegio.

El aire soplaba, provocando que su cabello se moviera al compas del viento, su chaqueta del informe igual se movía con el viento.

Su mente estaba hecha un lío, no sabía como hacer para que Yugi volviera a recordarlo y sobre todo volver a amarlo.

Pero al menos sabía que contaba con la ayuda de Heba, aunque no supiera si en verdad era él o solamente simples alucinaciones de Yugi.

- ¡Mierda! - Golpeó con enojo, la reja que estaba rodeando la azotea.

Frustrado, era lo único que sentía en esos momentos.

Se aferro aquel objeto de metal, provocando que sus dedos y nudillos se pusieran de color rojo por la presión que hacia sobre estos.

Sus ojos no tardaron en aguadarse, Atem era caracterizado por su firmeza y su fuerza. Las únicas ocasiones que había llorado fue cuando perdió a Yugi contra la batalla con Dartz, y cuando lo perdió en el mundo de los espíritus, ha decir verdad el tricolor mayor sólo había llorado por él.

Tiempo sin limite. | Book #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora